Según el Departamento de Agricultura, entre un 30 y 40 por ciento del suministro de alimentos en los EE. UU. se desperdicia. Siendo el mayor contribuyente de basura generada en una ciudad, el desperdicio de alimentos causa un daño considerable al medio ambiente. También es una oportunidad perdida para ayudar a familias necesitadas, a la vez que les cuesta dinero a todos. Según el Consejo para la Defensa de Recursos Naturales (NRDC, en inglés), una organización ambiental internacional sin fines de lucro, el problema le cuesta a la familia promedio de 4 integrantes al menos $1,500 por año.
El NRDC estudió los alimentos desechados en hogares en Denver, Nashville y la Ciudad de Nueva York y encontró más de ⅔ de alimentos desechados que se podrían haber comido, así como 68 millones de alimentos al año que podrían haberse donado a personas necesitadas.
Comer muchas frutas y verduras puede ayudar a reducir su riesgo de cáncer, pero se necesita organización para mantenerlas frescas. Según los informes publicados por el NRDC, la razón más común para desechar los alimentos fue que estaban enmohecidos o podridos. Reduzca el desperdicio de alimentos mediante la planificación, preparación y almacenamiento de los mismos. Siga estos consejos de la Agencia de Protección Ambiental de los EE. UU.
Planifique las comidas que estará comiendo en casa para la próxima semana. Prepare su lista de compras con los ingredientes que necesitará para preparar esas.
Compre solo la cantidad de frutas y verduras que va a necesitar para la semana y guárdelas adecuadamente para mantenerlas lo más frescas posible. Si tiende a olvidarse de sus frutas y verduras hasta que es demasiado tarde, pruebe anotando en una lista que pueda tener pegada sobre el refrigerador.
Prepare los alimentos perecederos para merendar o cocinarlos recién llegue a casa después de comprarlos.
Cuando desperdicia menos alimentos, ahorra dinero. Encuentre maneras creativas de usar ingredientes viejos y sobras.
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