Cuando Mercedes Mundaca fue diagnosticada con cáncer en los ovarios en etapa 4 a la edad de 43 años, su doctora calculó que le quedarían unos cuatro meses de vida. Esto fue hace seis años. “Quiero que todos los que estén pasando por la experiencia del cáncer sepan que sí hay esperanza”, señala Mundaca. “Sin importar qué tan mal podría parecer la situación, hay que mantenerse fuertes en la fe y seguir adelante, pues los milagros sí existen”.
En junio de 2012, Mundaca acudió a la sala de urgencias con dolor intenso e inflamación en su abdomen. Los estudios por imágenes revelaron la presencia de dos tumores en sus ovarios, los cuales ocasionaron la acumulación de líquido en el abdomen y alrededor de los pulmones. Cuando la doctora le informó que tenía cáncer y que probablemente no sobreviviría por mucho más tiempo, Mundaca recuerda que comenzó a llorar desconsoladamente, pero también se determinó a superar esto a pesar de tener las probabilidades en su contra.
“Gran parte se debió a mantener la fe, una actitud positiva y simplemente determinación. Quería combatir y librarme del cáncer debido a que mi mamá había fallecido cuando yo era muy pequeña, con tan solo ocho años y medio”, continuó Mundaca. “Durante mi tratamiento, recibí mucho apoyo de familiares y amigos. Todo ha sido un milagro. Cuatro meses es un tiempo muy breve, no obstante, aún sigo aquí”.
Mundaca recibió tratamiento con quimioterapia, pero tuvo que posponer su cirugía hasta que los médicos pudieran drenar el líquido en el abdomen y alrededor de los pulmones. Esto requirió de varios procedimientos debido a que el líquido seguía acumulándose. Finalmente, en octubre de 2012 pudo someterse a una histerectomía (extracción del útero), seguida de más quimioterapia. En 2013, tras haber realizado las pruebas de seguimiento, se confirmó que Mundaca estaba libre de cáncer. Pero tan solo tres meses después, el cáncer regresó cerca del hígado.
Aunque Mundaca continuó recibiendo quimioterapia, al siguiente año el cáncer se había propagado hacia el estómago, y un año después hacia el pulmón izquierdo. Ella encontró apoyo en las iglesias de su localidad, y comenzó a compartir su caso con otras personas. Ella expresa que esta experiencia le ayudó a sobrellevar la situación, acercándola a Dios y dándole más compasión y un mejor entendimiento al dirigirse a otras personas diagnosticadas con cáncer.
Durante uno de los peores momentos en su recorrido con la enfermedad, Mundaca llamó a la Sociedad Americana Contra El Cáncer al 1-800-227-2345. Habló con un especialista en información sobre cáncer quien le ofreció ayuda en la búsqueda de una peluca, así como apoyo con el transporte hacia sus sesiones de tratamiento, entre otras cosas. Y aunque ella no requería la ayuda de estos servicios, Mundaca indicó que “el gesto que tuvieron de ofrecerme su apoyo me hizo sentir que no estaba sola”.
En junio de 2016, una vez más Mundaca fue declarada como “libre de cáncer”.
No podemos dar nada por sentado porque cada día es un regalo. Aprendes a apreciar las cosas que antes jamás apreciabas.
Haber pasado por una experiencia que Mundaca pensó sería un caso de cáncer terminal le inspiró a compartir su historia. Ella continúa diciendo: “Considero que mi caso será de ayuda para quienes podrían sentir temor y pensar que no hay esperanza. Pasé por un caso de cáncer en etapa 4 y aún sigo viva. Creo que si Dios me mantuvo con vida, es mi deber compartir mi historia con otras personas”.
El año pasado, Mundaca encontró una nueva manera de compartir su historia cuando comenzó a participar en el evento de Relevo Por La Vida de la Sociedad Americana Contra El Cáncer en su edición de Burbank, California. Apreció le poder conversar con otros sobrevivientes de cáncer que conoció, especialmente con aquellos recientemente diagnosticados. “Me gusta mucho dar mi apoyo y esperanza a la gente”, dijo.
Actualmente, Mundaca dice que gusta de dar paseos caminando al aire libre, así como ir a la iglesia, conocer gente y simplemente apreciar la vida. “No podemos dar nada por sentado porque cada día es un regalo. Aprendes a apreciar las cosas que antes jamás apreciabas, cosas tan pequeñas como el poder respirar, que en algún momento se me dificultaba. Ahora siento que he vuelto a nacer”, concluyó.
Equipo de redactores y equipo de editores médicos de la Sociedad Americana Contra El Cáncer
Nuestro equipo está compuesto de médicos y enfermeras con postgrados y amplios conocimientos sobre el cáncer, al igual que de periodistas, editores y traductores con amplia experiencia en contenidos médicos.