En muchos centros médicos, hospitales universitarios y otras instituciones en todo el mundo se están llevando a cabo investigaciones sobre la causa, la prevención y el tratamiento del cáncer de esófago.
Genética
Los investigadores han descubierto cuatro síndromes hereditarios que aumentan el riesgo de cáncer de esófago. Asimismo, han descubierto genes específicos relacionados con tres de estos síndromes, y están llevando a cabo más estudios de investigación al respecto. Los investigadores esperan encontrar genes adicionales y elaborar recomendaciones más detalladas para la detección temprana del cáncer de esófago en personas de alto riesgo debido a estos síndromes.
Pruebas
Biopsia líquida
Los investigadores están evaluando las biopsias líquidas para la detección, diagnóstico y tratamiento del cáncer. La mayoría de las biopsias líquidas se hacen utilizando una muestra de sangre, pero también se pueden usar muestras de orina, líquido cefalorraquídeo o derrames pleurales (líquido alrededor de los pulmones). Es mucho más fácil obtener una muestra de sangre para análisis que obtener una muestra del tumor con una aguja, y los estudios han demostrado que las biopsias líquidas contienen células tumorales, así como fragmentos de ADN del tumor.
La investigación actual está estudiando el ADN del cáncer de esófago que se obtiene de las biopsias líquidas para encontrar mutaciones específicas. Los investigadores esperan averiguar si los cambios genéticos podrían ayudar a los médicos a elegir los mejores medicamentos para los pacientes. Los estudios también están analizando si el ADN del tumor de biopsia líquida puede ayudar a predecir cómo el tumor podría responder a ciertos medicamentos, o cuán probable podría ser que regrese después del tratamiento.
Estudios por imágenes
Actualmente, a las personas con cáncer de esófago que recibieron quimioterapia o quimiorradiación antes de la cirugía (tratamiento neoadyuvante) se les hará otro estudio por imágenes después del tratamiento para averiguar si el tumor se ha encogido lo suficientemente como para realizar la cirugía. Los investigadores están evaluando si una tomografía por emisión de positrones (PET) puede ayudar a los médicos a decidir el siguiente paso en el tratamiento. Por ejemplo, ¿deben las personas que fueron tratadas con quimioterapia neoadyuvante cuyas PET todavía muestran signos de cáncer ser tratadas con radioterapia o una quimioterapia diferente para tratar de reducir el cáncer más antes de ser operadas?
Tratamiento
Quimioterapia
Muchos estudios están probando cuál es el mejor orden de tratamiento para el cáncer de esófago. En todo el mundo, se utilizan diferentes combinaciones de tratamiento. Los estudios están evaluando si una combinación es mejor que la otra. Por ejemplo, ¿es mejor la quimioterapia que la quimiorradiación? ¿Es mejor la quimioterapia o la quimiorradiación si se administra antes de la cirugía o después de la cirugía? ¿Funcionan mejor ciertos medicamentos de quimioterapia con la radiación que otros para reducir el tamaño del tumor?
Inmunoterapia y terapia dirigida
Los medicamentos de inmunoterapia, conocidos como inhibidores de puestos de control, son útiles en algunos otros cánceres, y ahora se están empleando para combatir el cáncer de esófago. Por ejemplo, el medicamento pembrolizumab (Keytruda) está aprobado para tratar algunos cánceres avanzados del esófago y de la unión gastroesofágica. La terapia dirigida con medicamentos como trastuzumab y ramucirumab también está aprobada para el tratamiento del cáncer de esófago avanzado.
Asimismo, hay estudios que analizan el uso de inmunoterapia o medicamentos de terapia dirigida con o sin quimioterapia antes o después de la cirugía en pacientes con cánceres potencialmente curables para saber si los tumores se encogen más o tienen menos probabilidades de regresar.