La cirugía generalmente no se emplea mucho en el tratamiento del linfoma no Hodgkin, ya que es poco probable que lo cure y los órganos normales podrían resultar dañados en el proceso.
A veces se usa la cirugía como tratamiento inicial para el linfoma de Burkitt en etapa temprana que solo se encuentra en un área (tal como parte del intestino) para tratar de extraer tanto tumor como sea posible antes de administrar quimioterapia. Si el linfoma se puede remover completamente, es posible que los médicos puedan administrar un régimen de quimioterapia menos intensivo.
Los otros usos de la cirugía incluyen:
Las posibles complicaciones de la cirugía dependen de la localización y extensión de la operación y la condición de salud que haya tenido con anterioridad el niño. Las complicaciones graves, aunque se presentan en raras ocasiones, pueden incluir problemas con la anestesia, sangrado, coágulos sanguíneos, infección de la herida y neumonía. La mayoría de los niños presentarán al menos algo de dolor por un tiempo después de la operación, aunque esto usualmente puede ser aliviado con medicamentos de ser necesario.
Para más información sobre cirugía como tratamiento para el cáncer, lea Una guía sobre la cirugía del cáncer.
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Actualización más reciente: agosto 7, 2017
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