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Para cuestiones médicas, sugerimos que junto con su médico se revise la información incluida en nuestro contenido.
Un factor de riesgo es todo aquello que está vinculado a la probabilidad de que una persona padezca cáncer. Los distintos tipos de cáncer tienen diferentes factores de riesgo.
Los factores de riesgo asociados con el estilo de vida, tal como el peso corporal, la actividad física, la alimentación, y el uso de tabaco desempeñan un papel importante en muchos cánceres de adultos. Sin embargo, usualmente pasan muchos años para que estos factores influyan en el riesgo de cáncer, y no se cree que tengan mucho efecto en el riesgo de los cánceres en niños, incluyendo linfoma no Hodgkin.
Los investigadores han encontrado algunos factores que pueden aumentar el riesgo de un niño de padecer linfoma no Hodgkin. Sin embargo, la mayoría de los niños con linfoma no Hodgkin no tienen ningún factor de riesgo conocido que pueda ser cambiado.
En general, el linfoma no Hodgkin se presenta en pocas ocasiones en niños, pero es más común en niños de mayor edad que en los más pequeños. Además, es más común en niños que en niñas y en niños blancos que en los de la raza negra. No se conocen las razones para estas diferencias de sexo y raza.
Algunos tipos de problemas con el sistema inmunitario se han vinculado a un mayor riesgo de linfoma no Hodgkin en niños.
Algunos niños nacen con un sistema inmunitario anormal debido a un síndrome genético (heredado). Junto con un riesgo aumentado de infecciones graves, estos niños también tienen un mayor riesgo de padecer linfoma no Hodgkin (y algunas veces otros cánceres también). Estos síndromes incluyen:
Los niños que han recibido trasplantes de órganos son tratados con medicamentos que debilitan sus sistemas inmunitarios para prevenir que ataquen los nuevos órganos. Estos niños tienen un riesgo aumentado de desarrollar linfoma no Hodgkin que casi siempre es causado por infección con el virus Epstein-Barr (consulte la sección más adelante). El riesgo depende de los medicamentos y las dosis que se utilicen.
La infección por el virus de la inmunodeficiencia humana (VIH), también conocido como el virus del SIDA o AIDS, puede debilitar el sistema inmunitario. Por lo general, los niños con VIH contraen la infección a través del contacto con la sangre de sus madres, usualmente antes o durante el nacimiento. La infección por el VIH es un factor de riesgo para el linfoma no Hodgkin. Por lo tanto, los médicos pueden recomendar que los niños con linfoma no Hodgkin se hagan la prueba de VIH.
La exposición a la radiación puede ser un factor de riesgo menor en el linfoma no Hodgkin en niños.
Los sobrevivientes de las bombas atómicas y de los accidentes de reactores nucleares tienen un riesgo aumentado de padecer algunos tipos de cáncer. La leucemia y los cánceres de tiroides son los más comunes, pero también existe un riesgo ligeramente aumentado de linfoma no Hodgkin.
Los pacientes que han recibido radioterapia para otros cánceres tienen un riesgo ligeramente aumentado de padecer un linfoma no Hodgkin en etapas posteriores de sus vidas. Sin embargo, toma usualmente muchos años para que esto ocurra, por lo que estos casos secundarios de linfoma no Hodgkin son más comunes en adultos que en niños.
Los posibles riesgos de la exposición fetal o infantil a niveles menores de radiación, como la exposición a estudios de rayos X o por la CT no se conocen con seguridad. Si hay un aumento en el riesgo de linfoma no Hodgkin o de otros cánceres, probablemente es pequeño, pero por cuestión de seguridad, la mayoría de los médicos no recomienda estas pruebas para las mujeres embarazadas y los niños a menos que sea absolutamente necesario.
En partes de África donde el linfoma de Burkitt es común, la infección crónica tanto con la malaria como con el virus de Epstein-Barr (EBV, por sus siglas en inglés) es un factor de riesgo importante. El EBV ha sido vinculado con hasta el 90% de los linfomas Burkitt en África. En los Estados Unidos, el EBV ha sido asociado con alrededor de 15% de los linfomas Burkitt. También está relacionados con los linfomas que se presentan después de un trasplante de órgano.
La infección por EBV es de por vida, aunque en la mayoría de las personas que la padecen no causa problemas graves. En los estadounidenses que primero fueron infectados con EBV cuando eran adolescentes o adultos jóvenes, puede causar mononucleosis infecciosa, algunas veces conocida simplemente como mono. La mayoría de los estadounidenses han sido infectados con EBV al llegar a la edad adulta, pero la infección parece ocurrir más tarde en la vida de los estadounidenses en comparación con los africanos, lo que puede ayudar a explicar la razón por la cual es menos probable que causen linfomas en niños en este país.
No se comprende por completo cómo el EBV está exactamente asociado con el linfoma no Hodgkin, pero parece que tiene que ver con la capacidad del virus de infectar y alterar los linfocitos B. (Para obtener más información, consulte ¿Qué causa el linfoma no Hodgkin en niños?).
Algunos investigadores han sugerido que un antecedente familiar de linfoma no Hodgkin (en un hermano, hermana, madre o padre) podría aumentar el riesgo de linfoma. El riesgo de linfoma también puede ser mayor en niños de madres de más edad. Se necesita más investigación para confirmar estos hallazgos, pero si hay un mayor riesgo relacionado con estos factores, probablemente sea leve.
Equipo de redactores y equipo de editores médicos de la Sociedad Americana Contra El Cáncer
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Actualización más reciente: agosto 1, 2017
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