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Cáncer de cuello uterino

Quimioterapia para cáncer de cuello uterino

La quimioterapia (quimio) usa medicamentos contra el cáncer que se inyectan en una vena o se administran por la boca. Estos medicamentos entran al torrente sanguíneo y pueden llegar a casi todas las áreas del cuerpo, lo que hace que este tratamiento sea muy útil para eliminar las células cancerosas en la mayoría de las partes del cuerpo.

La quimioterapia no es necesaria en todas las mujeres con cáncer de cuello uterino, pero hay varias situaciones en las que se puede recomendar:

Como parte del tratamiento principal para el cáncer de cuello uterino

Para algunas etapas del cáncer de cuello uterino, el tratamiento preferido es la radiación y la quimioterapia administradas en conjunto (quimiorradiación simultánea). La quimioterapia ayuda a que la radiación sea más eficaz. Las opciones de quimiorradiación simultánea incluyen:

  • El cisplatino administrado semanalmente durante la radiación. Este medicamento se administra por una vena (IV) antes de la cita para recibir la radiación. (Si el cisplatino no es una buena opción, el carboplatino se puede utilizar en su lugar).
  • El cisplatino combinado con 5-fluorouracilo (5-FU) cada 3 semanas durante la radiación.

Cáncer cervical que se ha propagado o que reaparece después del tratamiento

La quimioterapia se puede emplear para tratar cánceres cervicales que se han propagado a otros órganos y tejidos (cáncer cervical avanzado). También puede ser útil cuando el cáncer cervical regresa después del tratamiento con quimiorradiación (cáncer cervical recurrente).

Los medicamentos de quimioterapia más utilizados para tratar el cáncer de cuello uterino que ha reaparecido o se ha extendido a otras áreas incluyen:

  • Cisplatino
  • Carboplatino
  • Paclitaxel  (Taxol)
  • Topotecán

A menudo se utilizan combinaciones de estos medicamentos.

También se pueden usar algunos otros medicamentos, como docetaxel (Taxotere), ifosfamida (Ifex), 5-fluorouracilo (5-FU), irinotecan (Camptosar), gemcitabina (Gemzar) y mitomicina.

El bevacizumab (Avastin), un medicamento de terapia dirigida, puede añadirse a la quimioterapia.

¿Cómo se administra la quimioterapia?

Por lo general, los medicamentos de quimioterapia para el cáncer de cuello uterino se administran en una vena (vía intravenosa o IV), como una inyección durante unos minutos o como infusión en una vena durante más tiempo. La quimioterapia se puede administrar en un consultorio médico, en un centro de infusión, o en un hospital.

La quimioterapia se administra en ciclos, seguido de un periodo de descanso para permitir que usted se recupere de los efectos secundarios de los medicamentos. A menudo, los ciclos duran 1  semana o 3 semanas. El plan varía en función de los medicamentos que se usen. Por ejemplo, con algunos medicamentos, la quimioterapia se administra solamente el primer día del ciclo. Otros medicamentos se administran por varios días consecutivos, o una vez por semana. Luego, al final del ciclo, el programa de quimioterapia se repite para comenzar el próximo ciclo.

A veces, es necesario una vía intravenosa (IV, por sus siglas en inglés) ligeramente más grande y resistente para administrar la quimioterapia. Estas vías se conocen como catéteres venosos centrales (CVC) pero también se les conoce como dispositivos de acceso venoso central o líneas centrales. Se utilizan para administrar medicamentos, productos sanguíneos, nutrientes o fluidos directamente en la sangre. Estos catéteres también pueden usarse para la extracción de sangre que se utilizará para realizar pruebas.

Existen muchos tipos diferentes de catéteres venosos centrales. Los tipos más comunes son la vía central de acceso y la línea PICC.

Efectos secundarios de la quimioterapia para el cáncer de cuello uterino

Los medicamentos utilizados en la quimioterapia destruyen las células cancerosas, pero también dañan algunas células normales, lo que puede ocasionar ciertos efectos secundarios. Los efectos secundarios dependen del tipo y dosis de los medicamentos, así como del  tiempo que usted recibe el tratamiento. Muchos efectos secundarios son a corto plazo y desaparecen una vez que finaliza el tratamiento, aunque algunos pueden durar mucho tiempo o incluso ser permanentes. Es importante que le informe al equipo de atención medica que le atiende sobre cualquier efecto secundario que tenga, ya que a menudo hay formas para reducir estos efectos secundarios.

Algunos efectos secundarios comunes a corto plazo de la quimioterapia son:

  • Náuseas y vómitos
  • Pérdida del apetito
  • Caída del cabello
  • Úlceras en la boca
  • Cansancio (fatiga)

Como la quimioterapia puede dañar las células que producen sangre en la médula ósea, los niveles de células sanguíneas pueden bajar. Esto puede ocasionar:

  • Aumento en la probabilidad de infecciones debido a que hay muy pocos glóbulos blancos (neutropenia)
  • Pérdida de sangre o hematomas después de heridas o lesiones menores debido a que hay muy pocas plaquetas (trombocitopenia)
  • Dificultad para respirar o cansancio debido a que hay muy pocos glóbulos rojos (anemia)

Cuando la quimioterapia se administra junto con radiación, a menudo los efectos secundarios son más graves. Las náuseas, el cansancio, la diarrea y los problemas con los niveles bajos de células sanguíneas a menudo son más graves.

Su equipo de atención medica estará pendiente de los efectos secundarios y puede administrarle medicamentos para ayudarle a prevenirlos o tratarlos y así ayudar a que usted se sienta mejor. Por ejemplo, se le pueden administrar medicamentos para ayudar a prevenir o reducir las náuseas y los vómitos.

Algunos efectos secundarios a largo plazo de la quimioterapia son:

Cambios en los periodos menstruales: para las mujeres más jóvenes a quienes no se les ha extirpado el útero como parte del tratamiento, los cambios en los periodos menstruales son un efecto secundario común de la quimioterapia. Pero aun cuando se hayan detenido sus periodos menstruales mientras recibe la quimioterapia, usted podría quedar embarazada. Quedar embarazada mientras recibe la quimioterapia no es seguro, ya que podría causar defectos de nacimiento e interferir con el tratamiento. Por esta razón, es importante que las mujeres que no han pasado por la menopausia antes del tratamiento y que estén activas sexualmente consulten con sus médicos sobre las opciones para la regulación de la natalidad. Las pacientes que han terminado el tratamiento (como quimioterapia) pueden a menudo tener hijos, pero es importante hablar con su médico acerca de cuándo es seguro hacerlo.

La menopausia prematura (interrupción de los períodos menstruales) y la infertilidad (incapacidad para quedar embarazada) pueden ocurrir y ser permanentes. Algunos medicamentos de quimioterapia tienden a causar estas complicaciones más que otros. Mientras más edad tenga una mujer cuando recibe la quimioterapia, más probabilidades hay de que se vuelva infértil o que pase por la menopausia como resultado de este tratamiento. Si esto ocurre, existe un mayor riesgo de pérdida ósea y osteoporosis. Existen medicamentos que pueden tratar o ayudar a prevenir problemas con la pérdida de densidad ósea. 

Neuropatía: algunos medicamentos para tratar el cáncer de cuello uterino, incluyendo paclitaxel y cisplatino, pueden causar daño a nervios fuera del cerebro y la médula espinal. La lesión a estos nervios en ocasiones puede derivar en síntomas como adormecimiento, dolor, ardor, hormigueo, sensibilidad al frío o al calor, y debilidad principalmente en los pies y las manos. A esto se le llama neuropatía periférica. En la mayoría de los casos, estos síntomas se alivian o incluso desaparecen una vez finalizado el tratamiento, pero en algunas mujeres pueden durar mucho tiempo.

Nefrotoxicidad: el cisplatino, el principal medicamento de quimioterapia utilizado para tratar el cáncer de cuello uterino, puede dañar los riñones (también llamado nefrotoxicidad). Muchas veces el daño es prevenible y reversible, pero a veces el daño puede durar mucho tiempo. A menudo, no hay síntomas, pero el daño se puede notar en el análisis de sangre realizado de forma rutinaria mientras se administra la quimioterapia. Si ocurre daño renal, el cisplatino generalmente se suspende y el carboplatino se puede utilizar en su lugar.

También es posible que surjan otros efectos secundarios. Algunos de estos son más comunes con ciertos medicamentos de quimioterapia. Pregunte a su equipo de profesionales del tratamiento de cáncer acerca de los posibles efectos secundarios de los medicamentos específicos que esté recibiendo.

Para obtener más información, consulte Quimioterapia.

 

Equipo de redactores y equipo de editores médicos de la American Cancer Society

Nuestro equipo está compuesto de médicos y enfermeras con postgrados y amplios conocimientos sobre el cáncer, al igual que de periodistas, editores y traductores con amplia experiencia en contenidos médicos.

 

Actualización más reciente: enero 3, 2020

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