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Las opciones de tratamiento para el cáncer de pulmón no microcítico se basan principalmente en la etapa (extensión) del cáncer, aunque otros factores, tales como la salud general de la persona y la función pulmonar, así como ciertas características del cáncer en sí, también son importantes.
Si usted fuma, una de las cosas más importantes que puede hacer para estar listo para el tratamiento es tratar de dejar de fumar. Los estudios han demostrado que las personas que dejan de fumar después de un diagnóstico de cáncer de pulmón suelen tener mejores resultados que aquellos que no dejan de fumar.
Para estos cánceres, las células malignas se pueden ver en la citología del esputo, pero no es posible encontrar un tumor que sea obvio con la broncoscopia o los estudios por imágenes. Por lo general, son cánceres en etapa temprana. La broncoscopia y posiblemente otros estudios generalmente se repiten cada pocos meses para determinar la presencia de un tumor. Si se encuentra un tumor, el tratamiento dependerá de la etapa.
Debido a que el cáncer de pulmón no microcítico en etapa 0 está limitado a la capa que recubre las vías respiratorias, y no ha invadido con profundidad el tejido pulmonar u otras áreas, generalmente se puede curar sólo con cirugía. No es necesaria ni la quimioterapia ni la radioterapia.
Si usted está lo suficientemente saludable como para someterse a cirugía, generalmente se trata el cáncer con una segmentectomía o resección en cuña (extirpación de parte del lóbulo del pulmón). Los cánceres en algunas áreas, como donde la tráquea se divide para formar los bronquios principales izquierdo y derecho, pueden ser tratados con una resección en manga, pero en algunos casos pueden ser difíciles de extirpar completamente mediante cirugía sin extirpar un lóbulo (lobectomía) o incluso el pulmón completo (neumonectomía).
Para algunos cánceres en etapa 0, los tratamientos, tales como la terapia fotodinámica (PDT), la terapia láser o la braquiterapia (radiación interna) pueden ser alternativas a la cirugía. Si su cáncer está realmente en la etapa 0, estos tratamientos deben curarle.
Si tiene cáncer de pulmón no microcítico en etapa I, puede que la cirugía sea el único tratamiento que necesite. Esto se puede hacer mediante la extirpación del lóbulo que tiene el tumor (lobectomía) o mediante la extirpación de una parte más pequeña del pulmón (resección en manga, segmentectomía o resección en cuña). Al menos se extraerán también varios ganglios linfáticos en el pulmón y en el espacio entre los pulmones para saber si hay cáncer.
Por lo general, la segmentectomía o la resección en cuña sólo es una opción para cánceres en etapa I muy pequeños y para pacientes con otros problemas de salud que ocasionan que la extirpación del lóbulo completo sea peligrosa. Aun así, la mayoría de los cirujanos cree que es mejor realizar una lobectomía si el paciente puede tolerarla, ya que ofrece la mejor probabilidad de cura.
Para las personas con cáncer de pulmón no microcítico en etapa I que tienen un mayor riesgo de que la enfermedad regrese (según el tamaño, la localización u otros factores), la quimioterapia adyuvante después de la cirugía puede reducir el riesgo de que el cáncer regrese. Sin embargo, los médicos no siempre pueden determinar qué pacientes se beneficiarán de la quimioterapia. Los nuevos estudios de laboratorio que analizan los patrones de ciertos genes en las células cancerosas podrían ayudar a determinar esto. Actualmente hay estudios en curso para determinar si estas pruebas son precisas.
Después de la cirugía, se examina el tejido extraído para saber si hay células cancerosas en los bordes del espécimen extirpado (márgenes positivos). Esto puede significar que algo de cáncer pudo haber quedado, y por lo tanto, es posible que se realice una segunda cirugía para tratar de asegurar que el cáncer sea extraído por completo. (A esto le puede seguir quimioterapia también). Otra opción puede ser el uso de radioterapia después de la cirugía.
Para los cánceres en etapa I que tengan una amplitud de cuatro centímetros, otra opción de tratamiento es la inmunoterapia con nivolumab junto con quimioterapia antes de la cirugía. La terapia adicional tras la cirugía podría requerirse dependiendo de lo que se haya encontrado al momento de la cirugía.
Es posible que reciba radioterapia corporal estereotáctica (SBRT) u otro tipo de radioterapia como tratamiento principal si tiene problemas de salud graves que impidan que usted se someta a una cirugía. La ablación por radiofrecuencia puede ser otra opción si el tumor es pequeño y está en la parte más externa del pulmón.
Por lo general, a las personas que padecen cáncer de pulmón no microcítico en etapa II y que están lo suficientemente saludables como para someterse a cirugía, se les extrae el cáncer mediante lobectomía o resección en manga. En ocasiones, es necesario extirpar el pulmón completamente (neumonectomía).
Además se extirpará cualquier ganglio linfático que probablemente contenga cáncer. La extensión del compromiso de los ganglios linfáticos y la presencia o ausencia de células cancerosas en los bordes de los tejidos extirpados son factores importantes que se toman en consideración para planear el próximo paso del tratamiento.
Después de la cirugía, se examina el tejido extraído para saber si hay células cancerosas en los bordes del espécimen extirpado. Esto puede significar que algo de cáncer pudo haber quedado, y por lo tanto, se puede realizar una segunda cirugía para tratar de extraer cualquier cáncer remanente. Puede que este tratamiento sea seguido por quimioterapia, posiblemente continuado con inmunoterapia adyuvante con atezolizumab por hasta un año. Otra opción consiste en administrar radioterapia, a veces con quimioterapia.Aun cuando no se encuentren márgenes positivos, generalmente se recomienda la quimioterapia adyuvante después de la cirugía para tratar de destruir cualquier célula cancerosa que pudo haber quedado. Al igual que con los cánceres en etapa I, es posible que las nuevas pruebas de laboratorio en estudio puedan ayudar a los médicos a identificar cuáles pacientes necesitarán tratamiento adyuvante y cuáles tendrán menos probabilidades de beneficiarse de este tratamiento.
Para las cánceres en etapa II que cuya amplitud sea mayor de cuatro centímetros, otra opción de tratamiento es la inmunoterapia con nivolumab junto con quimioterapia antes de la cirugía. La terapia adicional tras la cirugía podría requerirse dependiendo de lo que se haya encontrado al momento de la cirugía.
Para las personas cuyas células cancerosas presenten ciertas mutaciones en el gen EGFR, el tratamiento adyuvante con el medicamento de terapia dirigida osimertinib podría también ser una opción en algún punto.
Si tiene problemas de salud graves que impidan que usted se someta a una cirugía, es posible que reciba solo radiación como tratamiento principal.
El tratamiento inicial del cáncer de pulmón no microcítico en etapa IIIA puede incluir cierta combinación de radioterapia, quimioterapia (quimio), y/o cirugía. Por esta razón, la planificación del tratamiento para la etapa IIIA a menudo requiere de la opinión de un oncólogo médico, un oncólogo especialista en radiación y un cirujano torácico. Sus opciones de tratamiento dependen del tamaño del tumor, de la ubicación del cáncer en el pulmón, a qué ganglios linfáticos se ha propagado, su condición general de salud y cuán bien está tolerando el tratamiento.
Para pacientes que pueden tolerarlo, el tratamiento comienza generalmente con quimioterapia, a menudo combinado con radioterapia (llamado quimiorradiación). La cirugía puede ser una opción a considerar después si es que el médico cree que se puede extraer el cáncer remanente y si el paciente está lo suficientemente saludable.
Para ciertos cánceres en etapa IIIA, otra opción de tratamiento es la inmunoterapia con nivolumab junto con quimioterapia primero y luego la ciugía. La terapia adicional tras la cirugía podría requerirse dependiendo de lo encontrado al momento de la cirugía.
En algunos casos, la cirugía puede ser una opción como tratamiento de primera línea. Con frecuencia, a esto le sigue quimioterapia adyuvante, la cual a su vez podría se seguida de inmunoterapia adyuvante con atezolizumab por hasta un año en algunos casos. La radioterapia si no se ha administrado anteriormente también podría ser una opción. Para las personas cuyas células cancerosas presenten ciertas mutaciones en el gen EGFR, el tratamiento adyuvante con el medicamento de terapia dirigida osimertinib podría también ser una opción en algún punto.
Para aquellas personas que no están lo suficientemente saludables como para tolerar una cirugía, se emplea a menudo radioterapia, la cual se puede combinar con quimioterapia.
Si la cirugía, la radiación o la quimiorradiación no son opciones de tratamiento tolerables, se puede considerar inmunoterapia con pembrolizumab (Keytruda) como el primer tratamiento.
El cáncer de pulmón no microcítico en etapa IIIB se ha propagado a los ganglios linfáticos que están cerca del otro pulmón o en el cuello, y también pudo haberse extendido hacia estructuras importantes en el pecho. Estos cánceres no se pueden extraer completamente por medio de cirugía. Como con otras etapas del cáncer de pulmón, el tratamiento depende de la salud general del paciente. Si usted está relativamente bien de salud es posible que se beneficie de quimioterapia combinada con radioterapia (lo cual se conoce como quimiorradiación). Algunas personas incluso pueden ser curadas con este tratamiento. Si el cáncer permanece bajo control después de dos o más tratamientos de quimiorradiación, el medicamento de inmunoterapia durvalumab (Imfinzi) se puede administrar hasta por un año para ayudar a mantener el cáncer estable.
Los pacientes que no están lo suficientemente saludables como para recibir esta combinación a menudo se tratan solo con radioterapia, o con menos frecuencia, solo con quimioterapia. Si la cirugía, la radiación o la quimiorradiación no son opciones de tratamiento tolerables, se puede considerar inmunoterapia con pembrolizumab (Keytruda) como tratamiento inicial.
Estos cánceres pueden ser difíciles de tratar de modo que la participación en un estudio clínico de tratamientos más nuevos puede ser una buena opción para algunas personas.
El cáncer de pulmón no microcítico en etapa IVA y etapa IVB se han propagado ampliamente al momento del diagnóstico. Debido a que estos cánceres se han propagado a partes distantes del cuerpo, son muy difíciles de curar. Las opciones de tratamiento dependen de dónde y hasta qué punto se ha propagado el cáncer, si las células cancerosas tienen ciertos cambios en los genes o proteínas, y su salud en general.
Si su salud es por lo demás buena, los tratamientos, como la cirugía, la quimioterapia, la terapia dirigida, la inmunoterapia, y la radioterapia pueden ayudar a prolongarle la vida y hacerle sentir mejor al aliviar síntomas, aun cuando no es probable que lo curen.
Otros tratamientos, como la terapia fotodinámica (PDT) o terapia láser, también se pueden usar para ayudar a aliviar síntomas. En cualquier caso, si usted va a recibir tratamiento para el cáncer de pulmón no microcítico avanzado, asegúrese de entender las metas del tratamiento antes de comenzarlo.
El cáncer que se encuentra limitado en los pulmones y que se ha propagado a un solo lugar (tal como el cerebro) no es común, pero algunas veces puede ser tratado (e incluso potencialmente curado) con cirugía y/o radioterapia para tratar el área de la propagación del cáncer, seguido de tratamiento del cáncer en el pulmón. Por ejemplo, un tumor único en el cerebro puede ser tratado con cirugía o radiación estereotáctica, o cirugía seguida de radiación a todo el cerebro. El tratamiento para el tumor de pulmón entonces se basa en sus etapas T y N, y puede incluir cirugía, quimioterapia, radiación, o una combinación de estos.
Para los cánceres que se han propagado ampliamente por todo el cuerpo, antes del inicio de cualquier tratamiento, se realizarán pruebas al tumor para identificar ciertas mutaciones genéticas (como en los genes EGFR, ALK, ROS1, BRAF, RET, MET, o NTRK ). Si uno de estos genes está mutado en sus células cancerosas, su primer tratamiento probablemente sea un medicamento de terapia dirigida:
Las células tumorales también se pueden analizar para detectar la proteína PD-L1. Los tumores con niveles más altos de PD-L1 son más propensos a responder a ciertos medicamentos de inmunoterapia (conocidos como inhibidores de los puestos de control), ya sea por sí solos o junto con quimioterapia.
Para la mayoría de los otros cánceres que se han propagado, la quimioterapia suele ser al menos parte del tratamiento principal, siempre y cuando la persona esté lo suficientemente saludable como para recibir este tratamiento. A menudo se emplea junto con otros tipos de medicamentos:
Si el cáncer ha causado acumulación de líquido en el espacio alrededor de los pulmones (un derrame pleural maligno), el líquido se puede drenar. Si el líquido continúa acumulándose, las opciones incluyen pleurodesis o colocación de un catéter en el pecho a través de la piel para permitir la salida del líquido. (Para detalles, consulte Procedimientos paliativos para el cáncer de pulmón no microcítico).
Al igual que en otras etapas, el tratamiento para el cáncer de pulmón en etapa IV depende del estado de salud general de la persona. Por ejemplo, algunas personas que no están en buen estado de salud reciben solo un medicamento de quimioterapia en lugar de dos. Para las personas que no pueden recibir quimioterapia, la radioterapia es generalmente el tratamiento de elección. Los tratamientos locales, como la terapia láser, la terapia fotodinámica, o la colocación de un “stent” también se puede usar para ayudar a aliviar síntomas causados por los tumores de pulmón.
Debido a que es poco probable que el tratamiento cure estos cánceres, participar de un estudio clínico de tratamientos nuevos puede ser una buena opción.
También puede encontrar más información sobre cómo vivir con cáncer en etapa IV en Cáncer avanzado.
Si el cáncer continúa creciendo durante el tratamiento (progresa) o regresa (recurre), el tratamiento adicional dependerá de la localización y de la extensión del cáncer, de los tratamientos que se hayan usado, de la salud de la persona y de si esta desea tratamiento adicional. Entender la meta de cualquier tratamiento adicional es importante: ya sea tratar de curar el cáncer, reducir su crecimiento o ayudar a aliviar los síntomas. También es importante entender los beneficios y riesgos.
En caso de que el cáncer continúe creciendo durante el tratamiento inicial, como radioterapia, se puede tratar quimioterapia. Si el cáncer continúa creciendo mientras se administra la quimioterapia como primer tratamiento, el tratamiento de segunda línea con más frecuencia consiste en un solo medicamento de quimioterapia, como docetaxel o pemetrexed, o terapia dirigida. Si un medicamento de terapia dirigida fue el tratamiento inicial y ya no surte efecto, se puede tratar otro medicamento de terapia dirigida o una combinación de quimioterapia. Para algunas personas con ciertos tipos de cáncer de pulmón no microcítico, el tratamiento con un medicamento de inmunoterapia como nivolumab (Opdivo), a veces en cojunto con ipilimumab (Yervoy), así como pembrolizumab (Keytruda), o atezolizumab (Tecentriq) podría ser una opción.
Algunas veces, los cánceres más pequeños que recurren localmente en los pulmones pueden ser tratados nuevamente con cirugía o radioterapia (si no se ha usado anteriormente). Los cánceres que recurren en los ganglios linfáticos que se encuentran entre los pulmones son generalmente tratados con quimioterapia, posiblemente con radiación si no se ha usado anteriormente. Para los cánceres que regresan en áreas distantes, a menudo se administra quimioterapia, terapias dirigidas y/o inmunoterapia como opción de tratamiento.
Para obtener más información sobre cómo lidiar con la recurrencia, consulte Recurrencia del cáncer.
Es posible que el cáncer nunca desaparezca por completo en algunas personas. Puede que estas personas reciban tratamientos regularmente con quimioterapia, radioterapia, u otras terapias para tratar de ayudar a mantener el cáncer bajo control. Aprender a vivir con un cáncer que no desaparece puede ser difícil y muy estresante, ya que de por sí esto causa incertidumbre.
La información sobre los tratamientos que se incluye en este artículo no constituye una política oficial de la Sociedad Americana Contra El Cáncer y no tiene como objetivo ofrecer asesoramiento médico que remplace la experiencia y el juicio de su equipo de atención médica contra el cáncer. Su objetivo es ayudar a que usted y su familia estén informados para tomar decisiones con su médico. Es posible que su médico tenga motivos para sugerir un plan de tratamiento distinto a estas opciones generales de tratamiento. No dude en hacer preguntas a su médico sobre sus opciones de tratamiento.
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Actualización más reciente: diciembre 13, 2022
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