Tratamiento del cáncer de tiroides según el tipo y la etapa

El tipo de tratamiento que le recomiende su equipo de atención oncológica dependerá del tipo y de la etapa del cáncer de tiroides, su salud general y sus preferencias personales. Hable con su médico si tiene alguna pregunta acerca del plan de tratamiento que se le recomienda.

Tratamiento del cáncer de tiroides papilar y de sus variantes

La mayoría de las variantes del cáncer de tiroides papilar se trata con cirugía. Generalmente, se hace una tiroidectomía total (en la cual se extirpa toda la tiroides), aunque algunos tumores pequeños se pueden tratar con una lobectomía (en la cual se extirpa únicamente la parte de la tiroides que contiene el tumor).

En algunos casos, cuando el cáncer de tiroides es muy pequeño, se puede optar por hacer un seguimiento cuidadoso del cáncer con ecografías periódicas, en lugar de operarse de inmediato. Esto se conoce como vigilancia u observación activa. Si algo cambia (por ejemplo, si el tumor crece), se puede hacer la cirugía en ese momento.

En las personas que se operan, si los ganglios linfáticos cercanos están agrandados o muestran signos de propagación del cáncer, también se extirparán.

Incluso si los ganglios linfáticos no están agrandados, algunos médicos podrían recomendar una disección del compartimento central del cuello (extirpación de los ganglios linfáticos en la parte media del cuello, junto a la tiroides), especialmente si el cáncer es más grande o presenta otras características preocupantes. Esto podría reducir el riesgo de reaparición (recurrencia) del cáncer en la zona del cuello.

Ya que la extirpación de los ganglios linfáticos permite analizarlos por si hay cáncer, esta cirugía también hace más fácil determinar la etapa del cáncer.

Si el cáncer se ha propagado a otros ganglios linfáticos del cuello, a menudo se hace una disección radical modificada del cuello. Esto supone extirpar aún más ganglios linfáticos, lo cual incluye los ganglios a los lados del cuello.

El tratamiento después de la cirugía depende del riesgo de reaparición o recurrencia del cáncer (que se basa en la etapa del cáncer y de otros factores).

En el caso de cáncer con menos riesgo de que vuelva o reaparezca, generalmente no se necesita más tratamiento.

En casos de cáncer con mayor riesgo de recurrencia o reaparición (o el cáncer que no se extirpó completamente con cirugía), suele darse tratamiento con yodo radiactivo (RAI) varias semanas después de la tiroidectomía. El objetivo es destruir cualquier tejido de la tiroides remanente e intentar tratar todo cáncer que quede en el cuerpo.

Si el cáncer que quedó en el cuerpo (remanente) no responde al yodo radioactivo (RAI), otras opciones de tratamiento podrían ser radioterapia de rayo (haz) externo, medicamentos de terapia dirigida (como los detallados a continuación) o quimioterapia.

Las personas a quienes les han hecho una tiroidectomía necesitarán a diario terapia con hormonas tiroideas (pastillas de levotiroxina). Si está planeado hacer un tratamiento con RAI, puede que se retrase el comienzo de la terapia hormonal hasta que se termine el tratamiento.

Tratamiento del cáncer de tiroides papilar recurrente

Si hay una recurrencia (reaparición) del cáncer de tiroides papilar después del tratamiento inicial, se podría detectar mediante análisis de sangre o estudios por imágenes, tales como una ecografía o una gammagrafía con yodo radiactivo. El tratamiento de la recurrencia depende principalmente de la zona donde el cáncer está creciendo, aunque hay otros factores que también pueden ser importantes.

Si el cáncer vuelve al cuello y el tumor parece ser resecable (si se puede extirpar), se suele hacer una cirugía.

Si el cáncer aparece en la gammagrafía con yodo radiactivo (lo que significa que las células cancerosas absorben el yodo), se puede usar terapia con yodo radiactivo o radioyodo (RAI), ya sea sola o con cirugía.

Por otro lado, si el cáncer no aparece en la gammagrafía con yodo radiactivo pero sí aparece en otros estudios por imágenes (como una MRI o una tomografía PET), se puede usar la radiación externa.

Si el cáncer se ha propagado y el RAI y otros tratamientos no son eficaces, los medicamentos de terapia dirigida como el lenvatinib (Lenvima) o el sorafenib (Nexavar) pueden ser una opción. Si estos medicamentos ya no son eficaces, el cabozantinib (Cabometyx) podría ser una opción. Si las células cancerosas presentan alteraciones o mutaciones (cambios) en ciertos genes (como los genes RET o NTRK), podrían ser útiles otros medicamentos de terapia dirigida.

Si las células cancerosas presentan otros cambios específicos (tales como muchas mutaciones genéticas), también podría ser una opción el tratamiento con un tipo de medicamento conocido como inhibidor de puntos de control inmunitarios.

La quimioterapia también podría ser una opción en algún momento si otros tratamientos no funcionan.

Debido a que estos tipos de cáncer pueden ser difíciles de tratar, otra opción es participar en un estudio clínico de tratamientos más nuevos.

Tratamiento para el cáncer de tiroides folicular

El tratamiento del cáncer de tiroides folicular se parece mucho al del cáncer de tiroides papilar (descrito anteriormente).

Con frecuencia, no queda claro si un tumor de tiroides es cáncer folicular basándose solo en los resultados de una biopsia por aspiración con aguja fina (FNA). En este caso, el diagnóstico podría ser "neoplasia folicular".

La mayoría de los casos de neoplasia folicular no resultan ser cáncer. Sin embargo, para mayor seguridad, el siguiente paso suele ser una cirugía para extirpar solo la mitad de la glándula tiroides que contiene el tumor (una lobectomía). Esto permite a los médicos examinar de cerca el tumor.

Si el tumor resulta ser un cáncer folicular, generalmente se realiza una segunda operación (llamada tiroidectomía de complemento o residual) para extirpar el resto de la tiroides.

Si usted solo quiere que le operen una vez, su médico podría extirparle toda la glándula tiroides (tiroidectomía total) durante la primera cirugía. Aun así, para la mayoría de las personas, esto no hace falta.

Si hay signos de que el cáncer se ha extendido antes de la cirugía, lo más probable es que el tumor sea cáncer. En este caso, se realizará una tiroidectomía total.

Después de la tiroidectomía, es posible que se extirpen algunos de los ganglios linfáticos adyacentes del cuello para analizarlos y ver si hay cáncer. Si el cáncer se ha propagado a los ganglios linfáticos, se podría realizar una disección del compartimiento central o una disección modificada del cuello (extirpación quirúrgica de los ganglios linfáticos del cuello).

Las personas que se han sometido a una tiroidectomía necesitarán a diario terapia con hormonas tiroideas, aunque no se comienza enseguida con ella.

La gammagrafía con yodo radiactivo suele realizarse después de la cirugía para detectar zonas del cuerpo que aún absorben yodo. Si la gammagrafía muestra que el cáncer se ha propagado a los ganglios linfáticos adyacentes o a partes distantes del cuerpo, se puede hacer un tratamiento con yodo radiactivo (RAI).

En el cáncer que no absorbe yodo, la radioterapia de rayo (o haz) externo puede servir para tratar el tumor o prevenir que crezca nuevamente en el cuello.

Si el yodo radioactivo (RAI) no sirve, es posible que el cáncer que se ha propagado a partes distantes del cuerpo, como los pulmones o el hígado, se deba tratar con radioterapia de rayo externo, medicamentos de terapia dirigida (como los detallados a continuación) o quimioterapia.

Tratamiento para el cáncer de tiroides folicular recurrente

Si el cáncer de tiroides folicular vuelve a aparecer (si hay una recurrencia) después del tratamiento inicial, se podría detectar mediante análisis de sangre o estudios por imágenes, como una ecografía o una gammagrafía con yodo radiactivo. El tratamiento de la recurrencia depende principalmente de la zona donde el cáncer está creciendo, aunque hay otros factores que también pueden ser importantes.

Si el cáncer vuelve al cuello y el tumor parece ser resecable (si se puede extirpar), se suele hacer una cirugía.

Si el cáncer aparece en la gammagrafía con yodo radiactivo (lo que significa que las células cancerosas absorben el yodo), se puede usar terapia con yodo radiactivo o radioyodo (RAI), ya sea sola o con cirugía.

Por otro lado, si el cáncer no aparece en la gammagrafía con yodo radiactivo, pero sí aparece en otros estudios por imágenes (como una MRI o una tomografía PET), se puede usar radiación externa.

Si el cáncer se ha propagado a muchas partes y el RAI no resultó eficaz, se suele tratar primero con medicamentos de terapia dirigida, tales como el lenvatinib (Lenvima) o el sorafenib (Nexavar). Si estos medicamentos ya no son eficaces, el cabozantinib (Cabometyx) podría ser una opción. Si las células cancerosas presentan alteraciones (cambios) en ciertos genes (como los genes RET o NTRK), también podrían ser útiles otros medicamentos de terapia dirigida.

Si las células cancerosas presentan otros cambios específicos (tales como muchas mutaciones genéticas), también podría ser una opción el tratamiento con un tipo de medicamento conocido como inhibidor de puntos de control inmunitarios.

La quimioterapia también podría ser una opción en algún momento si otros tratamientos no funcionan.

Debido a que estos tipos de cáncer pueden ser difíciles de tratar, otra opción es participar en un estudio clínico de tratamientos más nuevos.

Tratamiento del cáncer de tiroides medular

Si le diagnostican cáncer de tiroides medular (MTC), generalmente le recomendarán hacerse pruebas genéticas (ver a continuación) para ver si hay cambios hereditarios en el gen RET. Estos cambios se relacionan con la neoplasia endocrina múltiple tipo 2 (MEN2) (ver Factores de riesgo del cáncer de tiroides).

Si no le han hecho pruebas genéticas (o estudios genéticos) o si los resultados aún no están disponibles, lo más probable es que le hagan pruebas para detectar ciertos tumores antes de la cirugía. Estos tumores (como el feocromocitoma y los tumores paratiroideos) pueden aparecer en personas con MEN2.

Es muy importante hacer las pruebas de detección del feocromocitoma, ya que la anestesia y la cirugía pueden ser muy peligrosas para quienes tienen estos tumores. Si los cirujanos y los anestesiólogos saben con anticipación que estos tumores están presentes, pueden tratar a la persona con medicamentos antes y durante la cirugía para que la operación sea segura.

Tratamiento del MTC en etapas I y II

La tiroidectomía total (extirpación de toda la glándula tiroides) es el principal tratamiento para el MTC en etapa I o II y, a menudo, puede curar este tipo de cáncer. Generalmente, también se extirpan los ganglios linfáticos adyacentes (cercanos) del cuello.

Debido a que se extirpa la glándula tiroides, necesitará terapia con hormonas tiroideas para mantener su salud, aunque la terapia no reduce el riesgo de recurrencia (regreso) del cáncer.

Dado que las células del MTC no absorben yodo radiactivo, la terapia con yodo radiactivo (RAI) no es útil para tratar el MTC.

Tratamiento del MTC en etapas III y IV

La cirugía para estos tipos de cáncer es la misma que para el cáncer en etapas I y II (generalmente, después de las pruebas de detección del síndrome MEN2 y del feocromocitoma). Después de ella, se debe administrar terapia con hormonas tiroideas.

Si el tumor es extenso e invade muchos tejidos adyacentes, o si no se puede extirpar por completo, se puede administrar radioterapia de rayo (haz) externo después de la cirugía para intentar reducir la posibilidad de que el cáncer regrese al cuello.

Para el cáncer que se ha propagado a partes distantes del cuerpo, se puede emplear cirugía, radioterapia, o tratamientos similares, si es posible. Si estos tratamientos no son posibles, se pueden probar medicamentos dirigidos, tales como el vandetanib (Caprelsa) o el cabozantinib (Cometriq). También podrían ser útiles otros medicamentos dirigidos, sobre todo si las células cancerosas contienen cambios (mutaciones) en ciertos genes (como el gen RET). La quimioterapia puede ser otra opción.

Debido a que este cáncer puede ser difícil de tratar, otra opción es participar en un estudio clínico de tratamientos más nuevos.

El tratamiento del MTC recurrente

Si el cáncer vuelve a aparecer en el cuello o en alguna otra parte del cuerpo, otras opciones pueden ser hacer una cirugía, dar radioterapia externa, administrar medicamentos de terapia dirigida (como el vandetanib o el cabozantinib) o quimioterapia. También puede ser una opción participar en estudios clínicos de nuevos tratamientos.

Pruebas genéticas en personas con cáncer de tiroides medular

Si le diagnostican MTC, hable con su médico sobre asesoramiento y pruebas genéticas. Esto es importante, incluso si es la primera persona de su familia en recibir este diagnóstico. Con las pruebas genéticas (también llamados estudios genéticos) se pueden analizar las células por si tienen mutaciones (cambios) en el gen RET. Estas mutaciones se observan en personas con síndromes MEN2, incluido el MTC familiar.

Si usted presenta alguna de estas mutaciones, es importante que sus familiares cercanos (hijos, hermanos y padres) también se hagan las pruebas.

Casi todos los niños y adultos con mutaciones en este gen tienen MTC en algún momento. Por ello, la mayoría de los médicos coinciden en que a cualquier persona con una mutación en el gen RET se le debe extirpar la tiroides para prevenir el MTC. Esta cirugía se debe hacer poco después de obtener los resultados de la prueba. También se incluye a los niños, ya que algunas formas hereditarias del MTC pueden afectarles.

Una tiroidectomía total puede prevenir este cáncer en personas con mutaciones en el gen RET que todavía no lo han padecido. Con la tiroidectomía total, será necesario un reemplazo de hormona tiroidea de por vida.

Tratamiento del cáncer de tiroides anaplásico

La cirugía no suele ser tan eficaz en el cáncer de tiroides anaplásico como lo es en otros tipos de cáncer de tiroides.

Si el cáncer está confinado a la parte que rodea la tiroides, lo que es poco común, se puede extirpar toda la tiroides y los ganglios linfáticos cercanos. El objetivo ideal de esta cirugía es extirpar tanto cáncer como sea posible en la zona del cuello, sin que quede cáncer. Sin embargo, debido a la forma de propagación del cáncer anaplásico, esto suele ser muy difícil.

Dado que las células del cáncer de tiroides anaplásico no absorben yodo radiactivo, la terapia con yodo radiactivo (RAI) no sirve para tratar este tipo de cáncer.

Se puede administrar radioterapia de rayo (haz) externo, sola o combinada con quimioterapia, en los siguientes casos:

  • Para tratar de reducir el tamaño del cáncer antes de la cirugía, para así aumentar la probabilidad de extirparlo totalmente
  • Después de la cirugía, para tratar de controlar todo cáncer que quede en el cuello
  • Cuando el tumor es demasiado grande o se ha propagado demasiado como para tratarlo con cirugía

Si el cáncer le causa dificultades para respirar (o si esto fuera probable que pasara), se podría hacer una cirugía llamada traqueotomía. Durante la traqueotomía, el cirujano crea un orificio (agujero) en la parte delantera del cuello hasta la tráquea para evitar el tumor y permitirle respirar con mayor comodidad.

En el caso del cáncer que se ha propagado, se puede utilizar la quimioterapia sola. Si las células cancerosas presentan cambios en ciertos genes, el tratamiento con medicamentos dirigidos podría ser útil. Por ejemplo:

  • Con el dabrafenib (Tafinlar) y el trametinib (Mekinist) se pueden tratar el cáncer que tiene ciertos cambios en el gen BRAF.
  • El selpercatinib (Retevmo) o el pralsetinib (Gavreto) se pueden utilizar para tratar el cáncer con ciertos cambios en el gen RET.
  • Con el larotrectinib (Vitrakvi), el entrectinib (Rozlytrek) o el repotrectinib (Augtyro) se puede tratar el cáncer que tienen cambios (mutaciones) en el gen NTRK.
  • El crizotinib (Xalkori) y el ceritinib (Zykadia) podrían ser opciones para tratar el cáncer con cambios o mutaciones en el gen ALK (aunque estos medicamentos no están aprobados por la FDA específicamente para tratar el cáncer de tiroides).

Debido a que estos tipos de cáncer pueden ser difíciles de tratar, una buena opción para algunas personas podría ser participar en estudios clínicos de tratamientos más nuevos.

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Actualización más reciente: agosto 23, 2024

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