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La quimioterapia (quimio) es el uso de medicamentos contra el cáncer que usualmente se inyectan en una vena (IV) o se administran por vía oral. Estos medicamentos entran al torrente sanguíneo y llegan a casi todas las áreas del organismo, lo cual hace que este tratamiento sea muy útil para tratar los linfomas.
La quimioterapia es el tratamiento principal para la mayoría de las personas con linfoma no Hodgkin. Dependiendo del tipo y de la etapa del linfoma, se puede administrar la quimioterapia sola o combinada con otros tratamientos, como medicamentos de inmunoterapia o radioterapia.
Existen muchos medicamentos de quimioterapia que son útiles para tratar el linfoma. A menudo se combinan varios medicamentos. El número de medicamentos, sus dosis y la duración del tratamiento depende del tipo y la etapa del linfoma. Algunos de los medicamentos usados con más frecuencia para tratar el linfoma (dividido en grupos según cómo funcionan) son:
A menudo se combinan medicamentos de distintos grupos. Una de las combinaciones más común se llama CHOP. Esto incluye los medicamentos ciclofosfamida, doxorrubicina (también conocido como hidroxidaunorrubicina), vincristina (Oncovin) y prednisona. Otra combinación común no incluye doxorrubicina, y se llama CVP.
La quimioterapia a menudo se combina con un medicamento de inmunoterapia, especialmente el rituximab (Rituxan).
Los doctores administran la quimioterapia en ciclos, con un período de tratamiento seguido de un período de descanso para permitir que su cuerpo se recupere. Por lo general, cada ciclo de quimioterapia dura varias semanas. La mayoría de los tratamientos de quimioterapia son ambulatorios (se administran en el consultorio del médico, una clínica o departamento de servicios ambulatorios de un hospital), pero algunos pueden requerir hospitalización.
En ocasiones, se le puede administrar al paciente una combinación de medicamentos de quimioterapia por varios ciclos y, si no funciona, más tarde se puede cambiar por otra combinación diferente si la primera combinación no parece ser eficaz.
La mayoría de los medicamentos de quimioterapia que se administran sistémicamente (IV o por boca) no pueden alcanzar el líquido cefalorraquídeo y los tejidos que rodean la médula espinal y el cerebro. Para tratar el linfoma que podría haber llegado a estas áreas, también se puede administrar quimioterapia en el líquido cefalorraquídeo. A esto se le llama quimioterapia intratecal. Los medicamentos de quimioterapia que se emplean con más frecuencia en la quimioterapia intratecal son el metotrexato y la citarabina.
Los medicamentos de quimioterapia pueden causar efectos secundarios que dependen del tipo y de la dosis de los medicamentos suministrados y del tiempo que dure el tratamiento. Los efectos secundarios comunes pueden incluir:
Por lo general, estos efectos secundarios desaparecen al terminar el tratamiento. Si ocurren efectos secundarios graves, la dosis de quimioterapia puede ser reducida o se puede postergar el tratamiento.
Muchas veces hay métodos para aminorar los efectos secundarios. Por ejemplo, se pueden administrar medicamentos para prevenir o reducir las náuseas y los vómitos.
Algunos medicamentos de quimioterapia pueden causar otros efectos secundarios. Por ejemplo:
El síndrome de lisis tumoral es un posible efecto secundario cuando se inicia la quimioterapia, especialmente en pacientes con linfomas de rápido crecimiento o grandes. La eliminación de las células del linfoma libera su contenido al torrente sanguíneo. Esto puede afectar a los riñones, los cuales no pueden eliminar todas estas sustancias a un ritmo adecuado. Esto puede causar la acumulación de ciertos minerales en la sangre e incluso insuficiencia renal. El exceso de minerales puede causar problemas con el corazón y el sistema nervioso. Para prevenir esto, los médicos le administran al paciente mucho líquido y ciertos medicamentos, tales como bicarbonato de sodio, alopurinol y rasburicasa.
Pregunte a su equipo de atención a la salud qué efectos secundarios debe esperar según los medicamentos específicos que estará recibiendo. Asegúrese de decirle al doctor o enfermera si tiene efectos secundarios, ya que a menudo hay formas de controlarlos. Por ejemplo, se pueden administrar medicamentos para prevenir o reducir las náuseas y los vómitos.
Otros tipos de medicamentos también pueden ser útiles en el tratamiento de algunos tipos de linfoma. Estos medicamentos funcionan de distinta manera que los medicamentos de la quimioterapia convencional. Por ejemplo, la inmunoterapia y los medicamentos de terapia dirigida son útiles para algunos linfomas.
El linfoma de tejido linfático asociado a la mucosa (linfoma MALT), que generalmente comienza en el estómago, está ligado a la infección por la bacteria H. pylori. El tratamiento de esta infección puede a menudo causar que el linfoma desaparezca. Esto se hace más a menudo con una combinación de antibióticos junto con medicamentos llamados inhibidores de la bomba de protones, que reducen los niveles de ácido estomacal.
De manera similar, el linfoma esplénico de zona marginal de células B a veces está ligado a la infección por el virus de la hepatitis C. El tratamiento de la infección con medicamentos antivirales puede a veces encoger estos linfomas, o incluso hacerlos desaparecer.
Para más información general acerca de cómo se utiliza la quimioterapia para tratar el cáncer, consulte Quimioterapia.
Para información sobre algunos de los efectos secundarios incluidos en este artículo, y cómo tratarlos, consulte Control de efectos secundarios relacionados con el cáncer.
Equipo de redactores y equipo de editores médicos de la Sociedad Americana Contra El Cáncer
Nuestro equipo está compuesto de médicos y enfermeras con postgrados y amplios conocimientos sobre el cáncer, al igual que de periodistas, editores y traductores con amplia experiencia en contenidos médicos.
Freedman AS, Jacobson CA, Mauch P, Aster JC. Chapter 103: Non-Hodgkin’s lymphoma. In: DeVita VT, Lawrence TS, Rosenberg SA, eds. DeVita, Hellman, and Rosenberg’s Cancer: Principles and Practice of Oncology. 10th ed. Philadelphia, Pa: Lippincott Williams & Wilkins; 2015.Roschewski MJ, Wilson WH. Chapter 106: Non-Hodgkin Lymphoma. In: Niederhuber JE, Armitage JO, Doroshow JH, Kastan MB, Tepper JE, eds. Abeloff’s Clinical Oncology. 5th ed. Philadelphia, Pa: Elsevier; 2014.
Actualización más reciente: agosto 1, 2018
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