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Riesgo y prevención

El asbesto y el riesgo de cáncer

¿Qué es el asbesto?

El asbesto es un grupo de minerales que se da naturalmente en forma de fibras diminutas. Estas fibras se encuentran en el suelo y las rocas en muchas partes del mundo. Están hechas principalmente de silicio y oxígeno, aunque también contienen otros elementos.

Las fibras de asbesto son fuertes, resistentes al calor y a muchas sustancias químicas, y no son conductoras de electricidad. Como consecuencia, el asbesto se ha usado como material de insulación en fábricas, escuelas, casas y barcos, al igual que en la fabricación de frenos y embragues de autos, tejas para tejados, losas para el piso y el techo, cemento, textiles y ciertos de productos.

Existen distintos tipos de fibras de asbesto (entre ellas, crisotilo, crocidolita, amosita, tremolita, actinolita y antofilita), y todas ellas se han vinculado con cáncer.

¿Cómo se exponen las personas al asbesto?

Las personas se pueden ver expuestas a asbesto principalmente de estas maneras:

  • Inhalación de asbesto: La exposición principalmente proviene de la inhalación de fibras de asbesto en el aire. Esto puede suceder en las personas que extraen o procesan asbesto, al fabricar productos que contienen asbesto o al instalar insulación con asbesto. Puede que también suceda durante la demolición o renovación de edificios viejos, o cuando se comienza a descomponer material antiguo que contiene asbesto. En cualquiera de estas situaciones, las fibras de asbesto pueden flotar en el aire y se pueden inhalar. Puede que algunas de las fibras alcance el extremo de las vías respiratorias menores en los pulmones, o que penetre el recubrimiento exterior del pulmón y la pared torácica (que se conoce como la pleura).
  • Tragar asbesto: Las fibras del asbesto también se pueden tragar. Esto puede suceder cuando las personas comen o beben alimentos o bebidas contaminadas (tales como agua que fluye por tuberías de cemento con asbesto). También puede ocurrir cuando las personas tosen el asbesto que han inhalado y luego se tragan la saliva.

Muchas personas están expuestas a niveles muy bajos de asbesto presente en el aire exterior de manera natural, que viene de las rocas que se han descompuesto con el tiempo. El riesgo de dicha exposición es mayor en regiones donde las rocas tienen un mayor contenido de asbesto. En algunas regiones, el asbesto puede detectarse en el suministro de agua, así como en el aire. Puede llegar hasta el agua por medio de varias fuentes, tales como la erosión del suelo o las rocas, la corrosión de las tuberías de cemento de asbesto o la desintegración de los materiales de techado que contienen asbesto, que luego pasan a los alcantarillados después de llover.

No obstante, las personas con una exposición mayor son las que trabajaron en la industria del asbesto, tales como la construcción de barcos y manejo de material aislante.

Los familiares de los trabajadores del asbesto también pueden estar expuestos a un alto nivel, puesto que los trabajadores traen fibras del asbesto a sus casas a través de la ropa y pueden ser inhaladas por los demás en el hogar.

La exposición al asbesto en edificios viejos también es una preocupación existente. Si los materiales de construcción que contienen asbesto, tales como el aislamiento más antiguo, las tejas y las losas comienzan a descomponerse con el tiempo, pueden encontrarse fibras de asbesto en el aire interior, lo que pudiera representar una amenaza para la salud humana. No existe riesgo para la salud si el asbesto está pegado a productos ya acabados e intactos, tales como paredes y losas o azulejos, siempre que el material no esté dañado ni modificado (por ejemplo, mediante una taladradora o una remodelación).

Los trabajadores de mantenimiento que barren y desechan el polvo de asbesto, o que manejan materiales dañados que contienen asbesto, se exponen con frecuencia a niveles más altos que las demás personas en esos edificios. La eliminación del asbesto de las casas y otros edificios también puede ocasionar alguna exposición, aunque los trabajadores de la actualidad que laboran en la eliminación de asbesto están entrenados en el uso del equipo protector adecuado para minimizar la exposición.

A medida que ha quedado claro con el tiempo que la exposición al asbesto puede llevar a tener problemas de salud (includo el riesgo mayor de tener algunos tipos de cáncer), se han tomado medidas para reducir la exposición de las personas, incluido el establecimiento de pautas y leyes con las que se limita o prohíbe el uso de asbesto en materiales de construcción. Así se ha logrado una disminución dramática en el uso (y la exposición) de asbesto en los Estados Unidos desde mediados de los años 70. Sin embargo, el asbesto aún se utiliza en algunos productos y aún es posible exponerse al asbesto en algunos edificios antiguos y tuberías, entre otras estructuras. El uso del asbesto ha estado prohibido en la Unión Europea desde 2005, aunque esta prohibición no exige la eliminación del asbesto en las estructuras ya existentes.

Aunque el uso de asbestos en los Estados Unidos ha declinado, las personas aún se pueden ver expuestas a ello, sobre todo en algunos tipos de entornos laborales. Por ejemplo, los estadounidenses que trabajan en construcción aún pueden enfrentarse a una exposición importante de asbesto en el trabajo.

La minería y el uso de asbesto también es aún un peligro para la salud en algunas partes del mundo.

¿Qué pasa con el asbesto de los productos de talco?

El principal ingrediente en el polvo de talco (y en algunos otros productos cosméticos) es el talco, un mineral que se extrae de la tierra. En su forma natural, el talco a veces puede contener asbesto. Desde mediados de los años 70, se supone que todo el talco que se emplee en productos cosméticos en los Estados Unidos no debe tener niveles detectables de asbesto. Sin embargo, han surgido inquietudes sobre un mayor riesgo de cáncer de ovario entre las mujeres que se han puesto habitualmente polvo con base de talco en la zona genital.

¿El asbesto causa cáncer?

Los investigadores utilizan dos tipos principales de estudios para tratar de determinar si una sustancia causa cáncer.

  • Estudios realizados en personas (estudios epidemiológicos)
  • Análisis clínicos o de laboratorio (estudios realizados con animales de laboratorio o células en placas de Petri o de laboratorio)

Hay evidencia obtenida a través de estudios, tanto en personas como en animales de laboratorio, que demuestran que el asbesto puede incrementar el riesgo de que aparezcan ciertos tipos de cáncer.

Estudios en personas

Cáncer de pulmón

La inhalación de las fibras de asbesto se ha asociado a un aumento en el riesgo del cáncer de pulmón en muchos estudios con trabajadores expuestos al asbesto. Este riesgo aumentado se ha visto con todas las formas del asbesto (no hay ningún tipo “seguro” de asbesto en relación al riesgo de cáncer de pulmón). Por lo general, cuanto mayor sea la exposición al asbesto, mayor es el riesgo del cáncer de pulmón. La mayoría de los casos de cáncer de pulmón entre este grupo de personas ocurre al menos 15 años después de la primera exposición al asbesto.

El riesgo de cáncer de pulmón es incluso mayor en los trabajadores expuestos al asbesto que también fuman que agregar los riesgos de estas exposiciones por separado.

Mesotelioma

El mesotelioma es un tipo de cáncer poco común que en la mayoría de los casos afecta los revestimientos finos de los órganos en la región del pecho (pleura) y el abdomen (peritoneo).

El mesotelioma está estrechamente vinculado con la exposición al asbesto. Todas las formas de asbesto se han vinculado con el mesotelioma, aunque algunos tipos parecen causar este cáncer con menos exposición que otros.

La mayoría de los casos de mesotelioma son el resultado de la exposición al asbesto en el trabajo. También hay un riesgo aumentado de mesotelioma entre los familiares de los trabajadores y las personas que vivan en vecindarios cercanos a minas y fábricas de asbesto. Aunque el riesgo de mesotelioma aumenta con la cantidad de exposición de asbesto, no hay un nivel claro de exposición al asbesto que sea seguro en relación al riesgo de mesotelioma.

Comúnmente los mesoteliomas requieren mucho tiempo para que se desarrollen. El tiempo entre la exposición inicial al asbesto y un diagnóstico de mesotelioma es por lo general de 30 años o más. Desafortunadamente, el riesgo de llegar a tener mesotelioma no se reduce tras la exposición inicial al asbesto. Parece ser que el riesgo es de por vida.

A diferencia del cáncer de pulmón, el riesgo de mesotelioma no ha aumentado entre las personas que fuman.

Para ver una ilustración de los pulmones y una descripción de sus funciones, visite la Galería de anatomía (en inglés).

Otros tipos de cáncer

Hay estudios que también reportan una clara relación entre la exposición al asbesto en el lugar de trabajo con el cáncer de ovario y de laringe.

Algunos estudios han sugerido también que la exposición al asbesto en el trabajo puede que se relacione a otros tipos de cáncer, incluyendo el de faringe (garganta), estómago, colon y recto. Sin embargo, la relación entre estos tipos de cáncer y el asbesto no está tan determinada como con los otros tipos de cáncer que se detallan en este contenido. No queda claro exactamente cómo el asbesto podría afectar en el riesgo de desarrollo de estos tipos de cáncer, pero ingerir asbesto al tragarse podría de alguna forma contribuir al riesgo.

Estudios de laboratorio (análisis clínicos)

Las pruebas realizadas con distintos especies de roedores, usando varios métodos distintos de exposición, han confirmado que el asbesto causa cáncer en animales. Todas las formas de asbesto han producido tumores en animales, pero el tamaño y la forma de las fibras del asbesto influyen en la incidencia de los tumores. Las fibras más pequeñas y rectas parecen ser más peligrosas, quizá por ser más propensas a alcanzar las partes más profundas de los pulmones.

¿Cuál es la opinión de las agencias expertas en el tema?

Varias agencias nacionales e internacionales estudian las sustancias en el ambiente para determinar si pueden causar cáncer. (Una sustancia que causa cáncer o fomenta el crecimiento de un tumor se dice que es cancerígena o que es un carcinógeno). La American Cancer Society se centra en estas organizaciones para evaluar los riesgos en función de la evidencia que existe.

Varias agencias expertas han evaluado la naturaleza del asbesto como causante de cáncer basándose en pruebas en animales y humanos, como los ejemplos mencionados anteriormente.

La International Agency for Research on Cancer (IARC, por sus siglas en inglés) es parte de la Organización Mundial de la Salud (OMS). Una de sus metas consiste en identificar las causas del cáncer. La IARC clasifica el asbesto como “carcinógeno para los seres humanos”, basándose en su capacidad para provocar mesotelioma y cáncer de pulmón, de laringe y de ovarios.

El National Toxicology Program (NTP) de los Estados Unidos en un programa en el que colaboran múltiples agencias y que foma parte de los Institutos Nacionales de la Salud (NIH, por sus siglas en inglés), los Centros para el Control y la Prevención de las Enfermedades (CDC) y la Administración de Medicamentos y Alimentos (FDA), El programa NTP ha clasificado al asbesto como un “carcinógeno humano conocido”.

La Environmental Protection Agency (EPA) de EE.UU. mantiene una base de datos, la Integrated Risk Information System (IRIS, por sus siglas en inglés), que contiene información sobre los efectos en la salud humana provenientes de la exposición de varias sustancias en el ambiente. La EPA clasificó al asbesto como un carcinógeno humano.

¿El asbesto causa algún otro problema de salud?

El mayor problema de salud causado por la exposición al asbesto, aparte del cáncer, es una enfermedad pulmonar llamada asbestosis. Cuando una persona respira altos niveles de asbesto a través del tiempo, algunas de las fibras se alojan profundamente en los pulmones. La irritación causada por las fibras puede eventualmente ocasionar que se genere tejido cicatrizado (fibrosis) en los pulmones, lo cual puede dificultar la respiración. Los síntomas principales de la asbestosis son dificultad para respirar y tos crónica.

Aunque algunas personas quizá no presenten síntomas serios por la asbestosis, otras se pueden ver seriamente perjudicadas con problemas de respiración, que pueden empeorar con el tiempo.

El asbesto puede además alcanzar el revestimiento exterior de los pulmones (pleura), donde puede causar placas pleurales (zonas de tejido duro de tipo cicatricial en la pleura), así como engrosamiento de la pleura y efusiones pleurales (acumulación de fluido entre los pulmones y la pleura). Todas estas afecciones pueden dificultar la respiración.

¿Cómo puedo evitar o limitar mi exposición al asbesto?

Si existe la posibilidad de estar expuesto al asbesto en su lugar de trabajo, por ejemplo, en la renovación de edificios viejos, se deberá usar el equipo protector adecuado, así como seguir las prácticas laborales y los procedimientos de seguridad correspondientes para trabajar alrededor del asbesto. Si tiene inquietudes sobre la exposición del asbesto en su lugar de trabajo, hable sobre esta situación con su representante de la seguridad y la salud del trabajador, o directamente con su empleador. De ser necesario, la Occupational Safety & Health Administration (Administración de Seguridad y Salud Ocupacional, OSHA por sus siglas en inglés), que es la agencia federal encargada de reglamentar la salud y seguridad en la mayoría de los lugares de trabajo, puede ofrecerle más información o realizar una inspección.

Si usted vive en una casa antigua, puede que el aislamiento u otros materiales contengan asbesto. Un perito o experto en la materia puede inspeccionar su casa para determinar si hay asbesto y si éste representa algún riesgo de exposición. Esto puede implicar la realización de pruebas al aire para determinar los niveles de asbesto (como se mencionó anteriormente, el hecho de que haya asbesto en una casa no significa necesariamente que requiera ser eliminado; siempre y cuando el material no sea dañado ni alterado, por ejemplo al taladrar o remodelar, las fibras no se desprenderán hacia el aire). Si se requiere la eliminación de asbesto en su hogar, emplee los servicios de un contratista calificado para hacer esta labor y evitar contaminar su hogar aún más, así como para que no cause alguna exposición para su familia y los trabajadores. Usted no deberá intentar eliminar por su cuenta los materiales que contengan asbesto.

¿Qué debo hacer y a qué debo prestar atención en el caso de exposición a asbesto?

Si usted ha tenido exposición al asbesto, es importante determinar la cantidad de exposición. Si solo fue brevemente o a niveles muy bajos, es probable que el riesgo de que esto resulte en una enfermedad sea bajo. Sin embargo, si estuvo expuesto a niveles elevados o por periodos prolongados de tiempo, puede que esté a un riesgo aumentado de desarrollar ciertos tipos de cáncer, o de alguna de las otras enfermedades mencionadas anteriormente. Usted puede ayudar a proteger su salud de varias formas:

  • Si fuma, es muy importante que trate de dejarlo. La evidencia sugiere que los trabajadores expuestos al asbesto que dejan de fumar pueden reducir significativamente el riesgo de tener cáncer de pulmón.
  • Hable con su médico sobre si deberá someterse a revisiones rutinarias médicas para ver si hay indicios de enfermedad relacionada con el asbesto. Esto es sobre todo importante si fuma. Quizá quiera consultar con un médico que cuente con experiencia en este tipo de enfermedades. Algunos médicos recomiendan que las personas con gran exposición al asbesto se sometan de forma periódica a radiografías o tomografías, así como a pruebas de la función pulmonar. Estas pruebas no pueden detectar las fibras de asbesto en sí, pero a veces pueden detectar problemas, incluyendo algunos tipos de cáncer, que podrían ser causados por las fibras. De hecho, algunos grupos de expertos aconsejan que la exposición al asbesto por sí sola es suficiente para considerar someterse a tomografías computarizadas (CT) para detectar el cáncer de pulmón, independientemente del historial de tabaquismo de la persona.
  • Avise a su médico si comienza a tener síntomas que pudieran estar relacionados con la exposición al asbesto. Entre los síntomas se incluyen dificultad para respirar, tos que aparece por primera vez o que empeora, tos con sangre, dolor o presión en el pecho, dificultad para tragar o adelgazamiento sin motivo. Consulte con su médico de inmediato si tiene alguna afección respiratoria.
  • Pregunte a su médico acerca de las vacunas contra la gripe, la neumonía, el COVID-19 y otras infecciones respiratorias.

Si ya le han diagnosticado alguna enfermedad relacionada con el asbesto, hay lugares en los que puede pedir ayuda financiera con el tratamiento. Puede que algunas personas que padecen alguna de estas enfermedades cumplan con los requisitos para recibir cobertura de Medicare. Puede que haya gente que también califique para recibir ayuda, incluyendo pagos de facturas médicas, bajo diversos programas de compensación al trabajador. Puede que esto incluya programas estatales de compensación al trabajador, el Programa de Compensación para Trabajadores Federales y el Programa de Compensación para Trabajadores de Longshore y Harbor. Puede que los veteranos elegibles reciban atención médica en algún centro de atención médica afiliado al Departamento de Administración de Veteranos (VA) para enfermedades relacionadas con el asbesto.

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Equipo de redactores y equipo de editores médicos de la American Cancer Society

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Actualización más reciente: octubre 3, 2023

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