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Cáncer de próstata

Cirugía para el cáncer de próstata

La cirugía es una opción común para tratar de curar el cáncer de próstata si se cree que no se ha propagado fuera de la glándula prostática.

Prostatectomía radical

El tipo principal de cirugía para el cáncer de próstata es la prostatectomía radical. En esta operación, el cirujano extirpa toda la glándula prostática además de una porción del tejido que la rodea, incluyendo las vesículas seminales. Algunas veces, también se extirpan los ganglios linfáticos cercanos o adyacentes.

Hay dos formas principales que los cirujanos emplean para hacer una prostatectomía radical:

  • En la prostatectomía abierta, el cirujano opera por medio de una única incisión larga (un corte) para extirpar la próstata y los tejidos cercanos.
  • En la prostatectomía laparoscópica, el cirujano hace varias incisiones más pequeñas y usa instrumentos quirúrgicos largos y delgados para extirpar la próstata y los tejidos adyacentes. Generalmente, el cirujano se sienta frente a un panel de control para mover con precisión los brazos robóticos que sostienen las herramientas (una técnica conocida como prostatectomía asistida por robot o prostatectomía robótica). En esta operación, el cirujano también puede sostener las herramientas directamente, aunque esto es menos común.

Con cualquiera de estos tipos de operación, si hay una probabilidad razonable de que el cáncer se haya propagado a los ganglios linfáticos (según el nivel de PSA, los resultados de la biopsia de la próstata y otros factores), el cirujano también puede extirpar algunos de estos ganglios linfáticos en ese momento (lo cual se conooce como disección de ganglios linfáticos pélvicos). Los ganglios se envían al laboratorio para ser analizados de inmediato en busca de células cancerosas. Si se encuentran células cancerosas en cualquiera de los ganglios linfáticos, puede que el cirujano no continúe realizando la cirugía. Esto se debe a que es poco probable que el cáncer se cure con cirugía, y a que extirpar la próstata podría causar efectos secundarios serios.

Prostatectomía abierta

Este tipo de cirugía se hace con menor frecuencia que en el pasado, ya que la prostatectomía robótica (ver a continuación) se ha vuelto más común. Existen dos enfoques principales para la prostatectomía abierta.

Prostatectomía radical retropúbica

Para esta operación abierta, el cirujano hace una incisión (corte) en la parte baja del abdomen, desde el ombligo hasta el hueso púbico, como se muestra en la imagen a continuación. Durante la cirugía, junto con la sedación se le puede administrar anestesia general (usted estará dormido) o anestesia espinal o epidural (se le adormecerá la parte inferior del cuerpo).

Después de extirpar la próstata y los tejidos cercanos, mientras usted sigue bajo anestesia, se le colocará un catéter (un tubo flexible y delgado) en el pene para ayudarle a drenar la vejiga. Por lo general, el catéter permanecerá colocado de una a dos semanas mientras usted se recupera. Podrá orinar por su propia cuenta una vez se le quite el catéter.

Después de la cirugía, probablemente usted permanecerá en el hospital por varios días, y sus actividades estarán limitadas por varias semanas.

illustration showing the retropubic approach and perineal approach

Prostatectomía radical perineal

En esta operación abierta, el cirujano hace la incisión (corte) en la piel entre el ano y el escroto (el perineo), como se ilustra en la imagen anterior.

Este método se usa con menos frecuencia debido a que es más probable que dé lugar a problemas con la erección y porque no se pueden extirpar los ganglios linfáticos cercanos durante la operación. Sin embargo, suele ser una operación más corta y puede que sea menos dolorosa, con una recuperación más fácil que la prostatectomía retropúbica.

Esta técnica podría ser una opción si a usted no le preocupan las erecciones y no hace falta extirparle los ganglios linfáticos. También se puede usar si usted padece otras afecciones médicas que dificulten la cirugía retropúbica. Si se hace correctamente, tiene la misma probabilidad de curar el cáncer de próstata que la técnica retropúbica.

Después de la cirugía, y mientras esté bajo la anestesia, se le colocará un catéter en el pene para ayudarle a drenar la vejiga. Este catéter generalmente debe permanecer colocado de una a dos semanas mientras se recupera. Podrá orinar por su propia cuenta una vez se le quite el catéter.

Después de la cirugía, probablemente usted permanecerá en el hospital por varios días, y sus actividades estarán limitadas varias semanas.

Prostatectomía laparoscópica (incluida la prostatectomía robótica)

La cirugía laparoscópica se realiza mediante varias incisiones pequeñas en el abdomen, en lugar de hacer una incisión grande. El cirujano inserta por una de las aberturas el laparoscopio, un tubo largo y delgado con una luz y una pequeña cámara de video en el extremo, para poder ver el interior del cuerpo. Luego se introducen instrumentos quirúrgicos largos y delgados por las otras incisiones para realizar la operación.

Este tipo de prostatectomía (en particular, la prostatectomía robótica) se ha vuelto mucho más común en los últimos años.

Prostatectomía radical laparoscópica

En una prostatectomía radical laparoscópica (LRP, por sus siglas en inglés), el cirujano sostiene directamente los mangos de los instrumentos largos para operar con ellos adentro del abdomen y extirpar la próstata. Esta técnica no se usa tanto como la prostatectomía robótica.

Prostatectomía robótica

Esta técnica, también conocido como prostatectomía radical laparoscópica asistida por robot o prostatectomía asistida por robot, es la forma más común de realizar una prostatectomía en Estados Unidos.

Esta operación se realiza con un sistema robótico. El cirujano se sienta frente a un panel de control en la sala de operaciones y mueve los brazos robóticos para operar mediante pequeñas incisiones que suelen estar en el abdomen del paciente (aunque también podría hacerse con la técnica perineal). El sistema robótico ayuda al cirujano a mover los instrumentos con mayor precisión que si sostuvieran las herramientas laparoscópicas directamente con las manos.

Prostatectomía robótica frente a la radical abierta: Cosas que debe saber

La prostatectomía robótica es la cirugía más común para tratar el cáncer de próstata en Estados Unidos (y en algunos otros países). Esto se debe mayormente a que tiene algunas ventajas a corto plazo en comparación con la prostatectomía radical abierta. Por ejemplo, suele dar lugar a lo siguiente:

  • Menos pérdida de sangre durante la operación
  • Menos dolor después de la operación
  • Una hospitalización más corta
  • Una recuperación más rápida
  • Menos tiempo de uso del catéter urinario
  • Un menor riesgo de tener algunos efectos secundarios infrecuentes, pero potencialmente serios

Sin embargo, los resultados de la prostatectomía abierta y la robótica parecen ser los mismos en lo que se refiere a los efectos secundarios a largo plazo que a muchos hombres les preocupan más, como problemas de erección y dificultades para retener la orina (incontinencia). (Estos se describen a continuación).

Tampoco parece haber mucha diferencia entre la prostatectomía robótica y la abierta en cuanto a los resultados a largo plazo. Es decir, los estudios no han demostrado que ninguna de las dos técnicas sea claramente mejor que la otra en cuanto a la probabilidad de recurrencia del cáncer después de la cirugía o a la probabilidad de que un hombre muera por cáncer de próstata. Ambas técnicas suelen ofrecer buenos resultados cuando son cirujanos experimentados quienes realizan las operaciones.

En algunos casos, puede haber razones claras para preferir una técnica más que otra.

No obstante, sin importar la técnica de prostatectomía que elija, el factor más importante para el éxito de su cirugía probablemente sea la experiencia y la habilidad del cirujano. Por ello, es muy importante encontrar un cirujano experimentado con quien se sienta cómodo y en quien pueda confiar.

Riesgos de la prostatectomía

Los riesgos asociados a cualquier tipo de prostatectomía radical son similares a los de cualquier cirugía mayor. Algunos de los problemas que pueden surgir durante o poco después de la operación son los siguientes:

  • Reacciones a la anestesia
  • Sangrado debido a la cirugía
  • Coágulos sanguíneos en las piernas o los pulmones
  • Daño a órganos cercanos
  • Infecciones en la zona de la cirugía

En raras ocasiones, puede lesionarse parte del intestino durante la cirugía, lo cual puede causar infecciones en el abdomen y podría requerir otra cirugía para corregir este problema. Las lesiones a los intestinos son más comunes con las cirugías robóticas y laparoscópicas que con el método abierto.

Si se extirpan los ganglios linfáticos, se puede formar una acumulación de líquido linfático (llamado linfocele) y puede hacer falta drenarlo.

El riesgo depende en parte de su estado general de salud, de su edad y de la destreza del equipo quirúrgico.

Efectos secundarios de la prostatectomía

Estos son los principales efectos secundarios posibles de la prostatectomía radical:

  • Incontinencia urinaria (no poder controlar la orina)
  • Disfunción eréctil (problemas para lograr o mantener la erección)

Estos efectos secundarios también pueden ocurrir con algunas otras formas de tratamiento del cáncer de próstata.

También es posible que surjan otros efectos secundarios (ver a continuación).

Incontinencia urinaria

Es posible que no pueda controlar la orina o que tenga pérdidas o goteo después de la cirugía. La incontinencia puede afectarle no solo físicamente, sino también a nivel emocional y social. Los siguientes son los tipos principales de incontinencia:

  • Los hombres con incontinencia de esfuerzo podrían perder orina cuando tosen, se ríen, estornudan o hacen ejercicio. La incontinencia de esfuerzo es el tipo más común después de la cirugía de la próstata. Por lo general, los problemas con la válvula que retiene la orina en la vejiga (esfínter de la vejiga) causa la incontinencia de esfuerzo. Los tratamientos del cáncer de próstata pueden dañar esta válvula o los nervios que hacen que funcionen la válvula.
  • Los hombres con incontinencia por rebosamiento tienen problemas para vaciar la vejiga. Estos hombres tardan mucho en orinar y tienen un flujo goteante con poca fuerza. Por lo general, el bloqueo o el estrechamiento de la salida de la vejiga debido a tejido cicatricial causa la incontinencia por rebosamiento.
  • Los hombres con incontinencia de urgencia tienen una necesidad repentina de orinar. Esto ocurre cuando la vejiga se vuelve demasiado sensible al estiramiento conforme se llena de orina.
  • En raras ocasiones, los hombres pierden toda la capacidad de controlar la orina después de la cirugía, lo que se conoce como incontinencia continua.

Después de la cirugía del cáncer de próstata, el control de la vejiga generalmente mejora lentamente tras varias semanas o meses,pero los médicos no pueden predecir con certeza cómo se verá afectado el hombre. En general, los hombres mayores suelen tener más problemas de incontinencia que los jóvenes. Por lo general, en los grandes centros de cáncer en los que se realiza la cirugía de la próstata con frecuencia, y en los que los cirujanos tienen mucha experiencia, se documentan menos problemas de incontinencia.

La incontinencia se puede tratar. Incluso si la incontinencia no se puede corregir completamente, es posible aliviara. Para saber más sobre el control de la incontinencia y cómo vivir con ella, vea la sección Incontinencia de la vejiga e intestinal.

Disfunción eréctil (impotencia)

Esto significa que no se puede lograr una erección suficiente para la penetración sexual.

Lo que controla las erecciones son dos grupos de nervios diminutos que se encuentran a ambos lados de la próstata. Si usted puede tener erecciones antes de la cirugía, el cirujano tratará de no dañar estos nervios durante la prostatectomía. Esto se conoce como preservación de nervios. Sin embargo, el cirujano tendrá que extirpar los nervios si el cáncer está creciendo dentro de ellos o muy cerca de ellos.

Si se extirpan ambos nervios, usted no podrá tener erecciones espontáneas, aunque todavía podría tener erecciones con algunas de las ayudas que se describen a continuación. En caso de que se extirpen los nervios de un solo lado, aún podría lograr erecciones, pero esa probabilidad es menor que si no se hubiera extirpado ninguno de los nervios. Si no se extirpa ningún conjunto de nervios, usted podría volver a tener erecciones normales en algún momento después de la cirugía.

Después de esta operación, la capacidad de lograr erecciones depende de la edad, la capacidad que tenía usted de lograr erecciones antes de la operación, y de si se cortaron los nervios. Es probable que la mayoría de los hombres tenga al menos cierta pérdida de la capacidad para tener una erección, pero cuanto más joven sea, menos probabilidad tendrá de verse seriamente afectado.

Los cirujanos que realizan muchas prostatectomías suelen documentar tasas más bajas de problemas de erección entre sus pacientes, en comparación con los que realizan la cirugía con menos frecuencia. Se ha documentado una amplia gama de tasas (índices) en la literatura médica, pero la situación particular de cada hombre es diferente. Por lo tanto, la mejor manera de tener una idea de la probabilidad de recuperar las erecciones es preguntar sobre el índice de éxito de su médico y cuál sería probablemente el resultado en su caso.

Si su capacidad para lograr erecciones regresa después de la cirugía, a menudo regresa lentamente. De hecho, se puede demorar entre unos meses y dos años o más. Durante los primeros meses, es probable que no logre una erección espontánea, por lo que es posible que necesite medicamentos u otros tratamientos.

Muchos médicos creen que, para recuperar la potencia, es útil intentar tener una erección lo antes posible una vez que el cuerpo haya tenido la oportunidad de curarse (generalmente varias semanas después de la operación). Algunos médicos llaman a esto rehabilitación peneana. Puede ser útil tomar medicamentos (ver a continuación) en este momento, aunque no está claro si actúan mejor al tomarlos a diario o solo cuando haga falta. Asegúrese de hablar con el médico sobre su situación particular.

Hay varias opciones para tratar la disfunción eréctil:

  • Los inhibidores de la fosfodiesterasa 5 (PDE5), como el sildenafil (Viagra), vardenafil (Levitra), tadalafil (Cialis) y avanafil (Stendra) son pastillas que pueden ayudar con las erecciones. Estos medicamentos no surtirán efecto si ambos nervios que controlan las erecciones están afectados o si se extirparon. Entre los efectos secundarios comunes de estos medicamentos se incluyen dolor de cabeza, rubor (la piel se enrojece y se siente caliente), malestar de estómago, sensibilidad a la luz y goteo o congestión nasal. En pocas ocasiones, estos medicamentos pueden causar problemas de la vista, incluso posiblemente ceguera. Algunos otros medicamentos, como los nitratos que se usan para tratar enfermedades cardíacas, pueden causar problemas si usted está tomando un inhibidor de la PDE5. Por lo tanto, asegúrese de que su médico sepa las medicinas que usted toma.
  • El alprostadil es una versión sintética (artificial) de la prostaglandina E1, una sustancia que se produce naturalmente en el cuerpo y que puede producir erecciones. Este medicamento se puede inyectar de 5 a 10 minutos antes del coito en la base del pene sin producir casi dolor, o se puede colocar en la punta del pene como si fuera un supositorio. Hasta se puede aumentar la dosis para prolongar la erección. Es posible presentar efectos secundarios como dolor, mareos y una erección prolongada, pero generalmente estos efectos no son serios.
  • Los dispositivos de vacío son otra opción para lograr una erección. Son tubos de plástico transparentes conectados a unas bombas que se colocan sobre el pene. La bomba succiona el aire del tubo, lo que impulsa la sangre hacia el pene para producir la erección. Después de retirar el dispositivo, la erección se mantiene colocando un anillo elástico alrededor de la base del pene, que evita que la sangre se escape. El anillo se retira después de la relación sexual.
  • Si otros métodos no ayudan, con los implantes de pene se podría recuperar la capacidad de tener erecciones. Hace falta operar para colocar los implantes dentro del pene. Hay varios tipos de implantes de pene, incluidos los que llevan varillas de silicona o dispositivos inflables.

Para más información sobre cómo afrontar los problemas de erección y otros problemas de sexualidad, consulte Efectos secundarios relacionados con la sexualidad.

Cambios en el orgasmo

Después de la cirugía, la sensación del orgasmo debe continuar siendo placentera, pero no hay eyaculación de semen: el orgasmo es “seco”. Esto se debe a que las glándulas que producen la mayor parte del líquido para el semen (las vesículas seminales y la próstata) se extirparon durante la prostatectomía, y las vías por las que pasaba el esperma (el conducto deferente) se cortaron. En algunos hombres, los orgasmos pueden ser menos intensos. Con menos frecuencia, los hombres informan de tener dolor con el orgasmo.

Pérdida de fertilidad

la prostatectomía radical corta los conductos deferentes, los tubos que se encuentran entre los testículos (donde se produce el esperma) y la uretra (por donde el esperma sale del cuerpo). Los testículos seguirán produciendo esperma, aunque éste no podrá salir del cuerpo como parte de la eyaculación. Esto significa que un hombre ya no podrá engendrar un hijo de manera natural.

A menudo, esto no es un problema ya que los hombres con cáncer de próstata tienden a ser de edad avanzada. No obstante, si le preocupa esto, usted puede hablar con su médico sobre cómo “almacenar” su esperma antes de la operación.

Linfedema

Es una complicación poco común, pero puede aparecer después de extirpar muchos de los ganglios linfáticos alrededor de la próstata. Normalmente los ganglios linfáticos son una vía para que el líquido regrese al corazón desde todas las zonas del cuerpo. Cuando se extirpan los ganglios, se puede acumular líquido en las piernas o en la zona genital con el paso del tiempo, lo que causa hinchazón y dolor.

Por lo general, esta afección se puede tratar con fisioterapia (terapia física), aunque puede no desaparecer completamente. Puede obtener más información en nuestra página sobre linfedema.

Cambio en la longitud del pene

Uno de los posibles efectos de la cirugía es una pequeña disminución en la longitud del pene. Esto puede deberse a un acortamiento de la uretra al extirparse una parte de esta junto con la próstata.

Hernia inguinal

Una prostatectomía aumenta la probabilidad de que un hombre tenga una hernia inguinal (de la ingle) en el futuro.

Resección transuretral de la próstata

Esta técnica (conocida como TURP, por sus siglas en inglés) se usa con más frecuencia para tratar a los hombres que tienen un agrandamiento no canceroso de la próstata, que se denomina hiperplasia prostática benigna (BPH, por sus siglas en inglés). Sin embargo, a veces también se usa en hombres con cáncer de próstata avanzado para aliviar síntomas, como los problemas para orinar. (No se usa para tratar de curar el cáncer).

Durante esta operación, el cirujano extirpa la parte interna de la glándula prostática que rodea la uretra (la uretra es el conducto por el cual la orina sale de la vejiga). La piel no se corta en esta cirugía. Se pasa un instrumento llamado resectoscopio por la punta del pene hasta la uretra, al nivel de la próstata. Una vez colocado, se pasa electricidad por un cable para calentarlo, o se utiliza un láser para cortar o vaporizar el tejido.

Esta operación se realiza bien con anestesia raquídea (que adormece la mitad inferior del cuerpo) bien con anestesia general (donde usted se duerme profundamente), y suele durar aproximadamente una hora.

Después de la cirugía se inserta un catéter (tubo delgado y flexible) en la vejiga a través del pene, y se deja ahí aproximadamente un día para ayudar a drenar la orina mientras la próstata cicatriza. Por lo general, usted debe permanecer en el hospital uno o dos días y puede regresar a sus actividades normales en una o dos semanas.

Es probable que tenga algo de sangre en la orina después de la cirugía.

Otros posibles efectos secundarios de la resección transuretral de la próstata incluyen infecciones y cualquier riesgo asociado con el tipo de anestesia que se administre.

Orquiectomía (castración)

En esta operación, el cirujano extirpa los testículos, que es donde se produce la mayor parte de los andrógenos (hormonas masculinas).Aunque es un tipo de cirugía, su principal efecto es una forma de terapia hormonal. Para obtener más información sobre esta operación, consulte Terapia hormonal para el cáncer de próstata.

Más información sobre cirugía

Para acceder a información general sobre la cirugía para tratar el cáncer, refiérase al contenido sobre cirugía para el cáncer.

Para saber más sobre los efectos secundarios relacionados con el tratamiento del cáncer, lea el contenido sobre control de efectos secundarios relacionados con el cáncer.

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Actualización más reciente: noviembre 22, 2023

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