Tu donación es 100% deducible de impuestos.
English
Más idiomas en PDF
Nuestra línea de asistencia para el cáncer funciona las 24 horas, los 7 días de la semana y proporciona información y respuestas a las personas que están lidiando con el cáncer. Podemos conectarle con especialistas capacitados con información sobre el cáncer, que responderán preguntas acerca del diagnóstico de cáncer, sabrán guiarle y escuchar con compasión.
Llámenos al 1-800-227-2345*
Estamos a su disposición para cuando lo necesite, a cualquier hora del día y de la noche y todos los días del año.
Chat disponible lunes a viernes, de 7:00 a 18:30 h CT
Nuestros especialistas altamente capacitados están disponibles por teléfono las 24 horas, los 7 días de la semana y pueden asistirle por mensajería instantánea en línea de lunes a viernes. Conectamos a pacientes, cuidadores y familiares con servicios y recursos imprescindibles en cada etapa de su experiencia con el cáncer. Pregúntenos cómo involucrarse y apoyar la lucha contra el cáncer. Algunos de los temas con los que podemos ofrecer ayuda incluyen:
Para preguntas médicas, le animamos a revisar su información con su médico.
Cada donación cuenta.
Tu donación ayuda a financiar investigación y brinda apoyo a
personas con cáncer de seno.
La cantidad debe ser igual o mas de $5
Tu donación es 100% deducible de impuestos.
Generalmente la cirugía es el tratamiento principal para el cáncer de recto (rectal). A menudo se administra radioterapia y quimioterapia antes o después de la cirugía. El tipo de cirugía depende de la etapa (el alcance o la extensión) del cáncer, donde está localizado, y el objetivo de la cirugía.
Antes de realizar la cirugía, el médico necesitará saber lo cerca que el tumor está del ano. Esto ayudará a decidir qué tipo de cirugía se deberá realizar. También puede tener un efecto en el resultado si el cáncer se ha propagado a los músculos en forma de anillos alrededor del ano (esfínter anal) que impiden la salida de las heces hasta que los músculos se relajan durante una evacuación intestinal.
Algunos casos de cáncer rectal en etapa inicial o temprana, así como la mayoría de los pólipos, se pueden extirpar durante una colonoscopia. En este procedimiento se introduce en el ano un tubo largo y flexible con una pequeña cámara de video en el extremo, y se hace llegar hasta el recto. Las siguientes cirugías se pueden llevar a cabo durante una colonoscopia:
Cuando se extrae el cáncer o los pólipos de esta manera, el médico no tiene que hacer un corte en el abdomen (el vientre) desde fuera. El objetivo de este tipo de cirugías es extirpar todo el cáncer o el pólipo en una sola pieza. Si queda algo de cáncer o si, según los análisis clínicos, se cree que probablemente el tumor se propague, la siguiente cirugía podría ser un tipo de cirugía rectal (ver a continuación).
Se puede emplear esta cirugía para extirpar algunos tipos de cáncer rectal en formas tempranas de la etapa I, cuando son relativamente pequeños y no están muy lejos del ano. Al igual que en la polipectomía y en la escisión local, la resección transanal se hace con instrumentos que se introducen en el recto a través del ano. No se realizan cortes en la piel del abdomen (del vientre). Por lo general, la escisión transanal o TAE se hace con anestesia local (medicamento para adormecer la zona), pero el paciente no está dormido durante la operación.
En esta operación, el cirujano hace un corte a través de todas las capas de la pared del recto para sacar el cáncer , así como algo del tejido sano alrededor del recto. Luego se cierra el orificio en la pared rectal.
Los ganglios linfáticos no se extirpan durante esta cirugía, por lo que se puede recomendar radiación con o sin quimioterapia después de la cirugía si el cáncer ha invadido profundamente el recto, si no se extirpó por completo o tiene signos de diseminación al sistema linfático o a los vasos sanguíneos. A veces, en lugar de quimioterapia y radiación, se puede recomendar una cirugía más extensa, tales como una resección anterior baja (LAR) o una resección abdominoperineal (APR) (explicada a continuación), seguida de quimioterapia y radiación.
Esta operación a veces se puede emplear para el cáncer en etapa I inicial que se encuentran en la parte superior del recto y a las que no se puede llegar con la resección transanal convencional (ver la información anterior). Se introduce por el ano un endoscopio magnificador con un diseño especial hasta llegar al recto. Esto permite al cirujano hacer una resección transanal con gran precisión y exactitud. Esta operación requiere un equipamiento especial y cirujanos con formación y experiencia especial.
En el caso de los pacientes con cáncer rectal del tipo cT2-4 (ver Etapas del cáncer colorrectal) y que tienen un esfínter anorrectal con función normal (el músculo que mantiene el ano cerrado y previene el escape de heces), es posible que se recomiende la resección anterior baja (LAR), con el objetivo de preservar la función del esfínter.
Se realiza una resección anterior baja con anestesia general (con la que el paciente se duerme profundamente). El cirujano hace varias incisiones pequeñas (cortes) en el abdomen. Se extrae el cáncer y un margen (borde) de tejido sano que rodea al tumor, junto con los ganglios linfáticos cercanos y otros tejidos alrededor del recto.
Luego el colon se vuelve a conectar a lo que queda de recto, por lo que no hace falta una colostomía permanente. Una colostomía es necesaria cuando, en lugar de reconectar el colon y el recto, el extremo superior del colon se conecta a una abertura que se hace en la piel del abdomen, y las heces salen por esta abertura.
Si se administra radioterapia y quimioterapia antes de la cirugía, es común que se haga una ileostomía de corto plazo (esto consiste en conectar el extremo del íleo, la última parte del intestino delgado, con un orificio o agujero en la piel del abdomen). Esto le da tiempo al recto para sanar antes de que las heces vuelvan a pasar por él. En la mayoría de los casos, la ileostomía se puede revertir (se reconectan los intestinos) al cabo de unas 8 semanas.
La mayoría de los pacientes pasan varios días en el hospital después de una resección anterior baja, según cómo se realizó la cirugía y de su estado general de salud. Puede que la recuperación dure de 3 a 6 semanas en casa.
Algunos tipos de cáncer de recto en etapa I, y la mayoría de los casos de cáncer del recto en etapa II y III que se encuentran en la mitad y en el tercio inferior del recto, requieren la extirpación de todo el recto (a esto se le llama proctectomía). Hay que extirpar el recto para realizar una escisión mesorrectal total (TME) y así extirpar todos los ganglios linfáticos cercanos al recto. Luego el colon se conecta al ano (lo cual se llama anastomosis coloanal) para que el paciente pueda evacuar (defecar) de manera normal.
A veces, cuando se realiza la anastomosis coloanal, se crea una bolsita doblando hacia atrás una parte pequeña del colon (reservorio colónico en forma de J) o agrandando un segmento del colon (coloplastia). Este pequeño depósito (reservorio o bolsa) en el colon permite el almacenamiento de las heces, al igual que lo hacía el recto antes de la cirugía.
Cuando se necesitan técnicas especiales para evitar una colostomía permanente, puede que se requiera de una ileostomía de corto plazo (con la que se conecta el extremo del íleon, la última parte del intestino delgado, con un orificio en la piel del abdomen) durante unas 8 semanas mientras se cura el intestino. Luego se realiza una segunda operación para reconectar los intestinos y cerrar la abertura de la ileostomía.
En esta operación se administra anestesia general (con la que el paciente se duerme profundamente). La mayoría de los pacientes pasan varios días en el hospital después de la operación, según cómo se realizó la cirugía y de su estado general de salud. Puede que la recuperación dure de 3 a 6 semanas en casa.
Esta operación es más compleja que la LAR. En el caso de los pacientes con cáncer rectal del tipo cT2-4 (ver Etapas del cáncer colorrectal) que no se puede extirpar del todo sin afectar el esfínter, es posible que se recomiende hacer una resección APR. A menudo es necesaria cuando el cáncer ha invadido el músculo del esfínter (el cual mantiene el ano cerrado y previene el escape de las heces) o a los músculos cercanos que controlan el flujo de la orina (conocidos como músculos elevadores).
En esta resección, el cirujano hace un corte o una incisión (o varias incisiones pequeñas) en la piel del abdomen y otra en la piel alrededor del ano. Esto permite al cirujano extirpar el recto, el ano y los tejidos de alrededor, incluido el músculo del esfínter. Debido a la extirpación del ano, se requerirá de una colostomía permanente (el extremo del colon se conecta con un orificio que se hace en la piel del abdomen) para permitir que pasen las heces por él.
En esta operación se administra anestesia general (con la que el paciente se duerme profundamente). La mayoría de los pacientes pasan varios días en el hospital después de una resección del tipo APR, según cómo se realizó la cirugía y de su estado general de salud. El periodo de recuperación en la casa puede ser de 3 a 6 semanas.
En el caso de los pacientes con cáncer rectal del tipo T4 (donde el cáncer rectal invade los órganos cercanos, ver Etapas del cáncer colorrectal) y no hay evidencia de enfermedad metastásica, puede que se recomiende hacer una exenteración pélvica (o una resección multivisceral). Se trata de una cirugía importante y no se hace con frecuencia. El cirujano extirpará el recto, así como cualquier otro órgano cercano afectado por el cáncer, tal como la vejiga, la próstata (en los hombres) o el útero (en las mujeres).
Después de la exenteración pélvica, se debe hacer una colostomía. Si se extrae la vejiga, también habrá que hacer una urostomía (una abertura en la piel del abdomen por donde la orina sale del cuerpo y se guarda en una bolsa o un reservorio que se adhiere a la piel). Se pueden tardar muchos meses en recuperarse del todo de esta cirugía tan complicada.
En algunos pacientes, el cáncer rectal se ha propagado y está bloqueando el recto. En este caso, puede que se realice una cirugía para aliviar la obstrucción sin extraer la parte del recto que contiene el cáncer. En vez de extraerlo, el colon se corta por encima del cáncer y se adhiere a un estoma (una abertura en la piel del abdomen) para permitir que las heces salgan. Esto se llama colostomía de derivación, y a menudo puede ayudar al paciente a recuperarse lo suficiente como para comenzar otros tratamientos (por ejemplo, quimioterapia).
Si el cáncer rectal se ha propagado y se han formado tan solo uno o unos pocos tumores en los pulmones o en el hígado (y en ninguna parte más), se puede realizar una cirugía para extraerlo. En la mayoría de los casos, esto solo se hace solo si también se va a extraer el cáncer en el recto (o si ya se ha extraído). Dependiendo de la extensión del cáncer, esto podría ayudar al paciente a vivir más, o incluso podría curar el cáncer. Decidir si la cirugía es una opción para eliminar las zonas a donde el cáncer se ha propagado depende del tamaño de estas zonas, de la cantidad y de dónde se encuentren.
Los posibles riesgos y efectos secundarios de la cirugía dependen de varios factores, incluyendo la extensión de la operación y la salud general de la persona antes de la cirugía. Los problemas durante o poco después de la operación pueden incluir: sangrado debido a la cirugía, infecciones en el sitio donde se opera y coágulos sanguíneos en las piernas.
Al despertarse de la cirugía, el paciente tendrá algo de dolor y necesitará de medicamentos para el dolor durante algunos días. Durante los dos primeros días, es posible que no pueda comer o tal vez solo le permitan beber una cantidad limitada de líquidos, ya que el recto necesita tiempo para recuperarse. La mayoría de las personas puede volver a comer alimento sólido al cabo de unos días.
Rara vez puede que las nuevas conexiones entre los extremos del colon no logren juntarse y que causen un escape. Esto puede rápidamente causar dolor intenso en el vientre, fiebre y una sensación de endurecimiento del abdomen (vientre). Puede que un escape (fuga) más pequeño le impida evacuar los intestinos, que no quiera comer y que no le vaya bien o que no se recupere después de la cirugía. Un escape puede resultar en infecciones , y puede que se requiera de cirugía para solucionarlo. También es posible que la incisión (el corte) en el abdomen (el vientre) se abra, causando una herida abierta que puede requerir atención especial a medida que sana.
Después de la cirugía, puede aparecer tejido cicatricial en el abdomen que puede causar que algunos órganos o tejidos se peguen o adhieran entre sí. A esto se le llama adherencias. Normalmente los intestinos se mueven con libertad dentro del estómago. En raras ocasiones, las adherencias pueden ocasionar que los intestinos se tuerzan y que incluso obstruyan los intestinos. Esto provoca dolor e inflamación en el estómago que a menudo empeora después de comer. Puede que se requiera de otra operación para eliminar el tejido cicatricial.
Algunas personas necesitan una colostomía (o ileostomía) temporal o permanente después de la cirugía, a lo cual uno puede tardar en acostumbrarse y podría requerir algunos ajustes en el estilo de vida. Si le hicieron una colostomía o una ileostomía, necesitará ayuda para saber pedir los suministros adecuados, dónde realizar los pedidos y cómo cuidar de ella. El personal de enfermería especializado en ostomías o enterostomías puede ayudarle. Por lo general, estos profesionales de la salud le visitarán en el hospital antes de la operación para hablar sobre la ostomía y marcar el lugar de la abertura. Después de la operación, puede que le visiten en su casa o en un centro ambulatorio para darle más capacitación. Puede que también haya grupos de apoyo para personas con ostomías en los que puede participar. Esta es una buena manera de aprender de personas con experiencia de primera mano en esta parte del tratamiento.
Para más información, consulte Guía de colostomía y Guía de ileostomía.
La cirugía rectal se ha asociado con problemas sexuales y con problemas sobre la calidad de vida. Hable con su médico sobre cómo se verá su cuerpo y cómo funcionará después de la cirugía. Pregunte sobre el impacto que la cirugía tendrá sobre su vida sexual. Usted y su pareja deben saber lo que se puede esperar, por ejemplo:
Si tiene una colostomía, puede tener un impacto en la imagen corporal y el nivel de comodidad sexual. Si bien puede requerir algunos ajustes, no debería impedirle disfrutar de una vida sexual placentera.
Para más información sobre la fertilidad y sexualidad, consulte la sección sobre efectos secundarios de la fertilidad y la sexualidad.
Para acceder a información general sobre la cirugía para tratar el cáncer, vea el contenido sobre cirugía para el cáncer.
Para saber más sobre los efectos secundarios relacionados con el tratamiento del cáncer, lea la sección sobre control de efectos secundarios relacionados con el cáncer.
Equipo de redactores y equipo de editores médicos de la American Cancer Society
Nuestro equipo está compuesto de médicos y personal de enfermería con postgrados y amplios conocimientos sobre el cáncer, al igual que de periodistas, editores y traductores con amplia experiencia en contenido médico.
Kelly SR and Nelson H. Chapter 75 – Cancer of the Rectum. En: Niederhuber JE, Armitage JO, Doroshow JH, Kastan MB, Tepper JE, eds. Abeloff’s Clinical Oncology. 6th ed. Philadelphia, Pa. Elsevier: 2020.
Libutti SK, Willett CG, Saltz LB, and Levine RA. Ch 63 - Cancer of the Rectum. En: DeVita VT, Hellman S, Rosenberg SA, eds. DeVita, Hellman, and Rosenberg’s Cancer: Principles and Practice of Oncology. 11th ed. Philadelphia, pa: Lippincott Williams & Wilkins; 2019.
National Cancer Institute: Physician Data Query (PDQ). Rectal Cancer Treatment. 2023. Accessed at https://www.cancer.gov/types/colorectal/hp/rectal-treatment-pdq on Jan 29, 2024.
National Comprehensive Cancer Network (NCCN). NCCN Clinical Practice Guidelines in Oncology: Rectal Cancer. V.6.2023. Accessed at https://www.nccn.org/professionals/physician_gls/pdf/rectal.pdf on Jan 29, 2024.
Ng KS, Lee PJM. Exenteración pélvica: Pre-, intra-, and post-operative considerations. Surg Oncol. 2021 Jun;37:101546. doi: 10.1016/j.suronc.2021.101546. Epub 2021 Mar 19. PMID: 33799076.
Solaini L, Perna F, Cavaliere D, Vaccaro C, Avanzolini A, Cucchetti A, Coratti A, Ercolani G. Average treatment effect of robotic versus laparoscopic rectal surgery for rectal cancer. Int J Med Robot. 2021 Apr;17(2):e2210. doi: 10.1002/rcs.2210. Epub 2020 Dec 28. PMID: 33314625.
Wang X, Cao G, Mao W, Lao W, He C. Robot-assisted versus laparoscopic surgery for rectal cancer: a systematic review and meta-analysis. J Cancer Res Ther. 2020 Sep;16(5):979-989. doi: 10.4103/jcrt.JCRT_533_18. PMID: 33004738.
Actualización más reciente: enero 29, 2024
La información médica de la American Cancer Society está protegida bajo la ley Copyright sobre derechos de autor. Para solicitudes de reproducción, por favor refiérase a nuestra Política de Uso de Contenido (información disponible en inglés).
Done ahora para que podamos continuar brindando acceso a información crítica sobre el cáncer, recursos y apoyo y así mejorar las vidas de las personas con cáncer y sus familias.