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La pandemia por COVID-19 causada por el virus SARS-CoV-2 sigue teniendo un impacto entre muchas personas, como suele ser el caso de quienes tienen cáncer, así como a sus familiares y personas a cargo de su atención y cuidados (para más información sobre COVID-19 y cómo podría afectar a los pacientes de cáncer y sus cuidadores, refiérase al contenido en donde se abordan las preguntas acerca de COVID-19 y el cáncer).
Ya están disponibles las vacunas (referidas también como inmunizaciones que ayudan a protegerse contra la enfermedad COVID-19. A continuación se abordarán algunas de las preguntas que la gente con cáncer (o con un historial de cáncer) podría tener acerca de las vacunas contra la enfermedad de COVID-19.
La Sociedad Americana Contra El Cáncer respalda las recomendaciones emitidas por la National Comprehensive Cancer Network (NCNN)* en las que se indica que toda la gente deberá vacunarse con las serie completa de vacunas contra COVID-19 según corresponda. Debido a que la situación para cada persona que ha tenido (o que tiene) cáncer es distinta, lo mejor es hablar sobre los posibles riesgos y beneficios de vacunarse contra el virus que ocasiona COVID-19 con el médico familiarizado con su expediente, quien será la persona más indicada para orientarle
*(la NCCN está conformada por la alianza de muchos centros nacionales líderes en el estudio del cáncer dedicada a proporcionar guías detalladas sobre tratamientos y atención contra dicha enfermedad).
Las personas con cáncer (o con un historial de la enfermedad) pueden recibir las inmunizaciones contra COVID-19 con toda seguridad. Sin embargo, podría ser que la protección mediante estas vacunas resulte ser menos eficaz en algunas de estas personas (refiérase a “¿Deberán vacunarse las personas y sobrevivientes de cáncer?”).
Hay otros tipos de vacunas que podrían no resultar seguras en algunas de las personas con cáncer, pero esto depende de muchos factores, como el tipo específico de vacuna, el tipo de cáncer que la personas tiene/tuvo, y si acaso dicha persona se encuentra recibiendo tratamiento oncológico, así como si la función de su sistema inmunológico es adecuada. Debido a esto, lo mejor es consultar con su médico antes de acudir a vacunarse con cualquier tipo de vacuna. Para más información, refiérase al contenido sobre vacunación y vacunas contra la gripe para personas con cáncer.
En los Estados Unidos* tres vacunas contra COVID-19 han recibido una autorización de uso de emergencia (EUA) por parte de la FDA para los siguientes rangos de edad:
*Una cuarta vacuna, hecha por Johnson & Johnson (Jansen), ya no está disponible en EE.UU.
Para más información sobre estas vacunas, refiérase al sitio web de la Administración de Alimentos y Medicamentos de los EE.UU. en la página https://www.fda.gov/about-fda/fda-en-espanol/vacunas-contra-el-covid-19.
Todas estas tres distintas vacunas han demostrado que disminuyen el riesgo de contagio con COVID-19. También demostraron que son eficaces en reducir el riesgo de desarrollar un cuadro grave de la enfermedad que implique hospitalización o incluso que resulte en la muerte de COVID-19 a raíz de la infección. Sin embargo, no hay vacuna alguna que sea 100% eficaz, por lo que algunas personas podrían aún resultar contagiadas y enfermar con COVID-19. A esto se le denomina un contagio tras la vacunación.
Los Centros para el Control y Prevención de Enfermedades (CDC) presentan recomendaciones distintas respecto a los intervalos entre las dosis de vacunas contra COVID-19 en función del tipo de vacuna, la edad del paciente y del estado de su función inmunológica. Para más información, consulte “Recomendaciones sobre intervalos entre las dosis de las vacunas contra COVID-19”.
Las vacunas de Pfizer-BioNTech y de Moderna contienen un mensajero ARN (mARN, o mRNA en inglés), el cual es un tipo de material genético. Después de aplicar la vacuna en una persona, el mARN ingresa al cuerpo dando la indicación a las células para que produzcan copias del “pico proteínico” del coronavirus causante de COVID-19 (la proteína que normalmente permite que el virus infecte a las células humanas). Esto no genera enfermedad en la persona, pero ayuda a que mediante ello se instruye al sistema inmunitario para que a reconocer y atacar el virus si el cuerpo se ve confrontado por éste en un futuro. Estas vacunas de mARN ahora están disponibles actualizadas, vacunas bivalentes, que se dirigen tanto a las versiones más antiguas como a las más nuevas del virus COVID-19 (para más información refiérase a la sección “¿Deben las personas con cáncer recibir una vacuna en específico contra COVID-19?”).
La vacuna de Novavax es una vacuna de subunidad proteínica la cual funciona prácticamente como las vacunas convencionales lo han hecho por décadas. Contiene fragmentos del pico proteínico del virus de COVID-19. Una vez aplicada la inyección en el cuerpo, los fragmentos de proteína son reconocidos por el sistema inmunológico del cuerpo como un agente foráneo o ajeno al cuerpo. Esto es útil para que el sistema inmunológico aprenda a atacar al virus de COVID-19 ante una exposición futura.
Debido a que estas vacunas no contienen el virus causante de esta COVID-19, no es posible contagiarse ni contraer esta enfermedad al recibirlas.
Algunas vacunas contra otras enfermedades contienen versiones modificadas de sus virus vivientes causantes. Estos virus vivientes no genera enfermedad en la gente con sistemas inmunológicos normales. Pero podrían no ser seguras para aquellas personas cuyos sistemas inmunológicos estén debilitados, por lo que las vacunas con virus vivientes por lo general no se recomiendan para los personas muchas personas con cáncer. Sin embargo, las vacunas contra COVID-19 disponibles en los Estados Unidos no son del tipo que contienen virus vivientes.
Para más información sobre estas vacunas, refiérase a la sección “¿Deben las personas con cáncer recibir una vacuna en específico contra COVID-19?”
Cuando una vacuna recibe la aprobación de la FDA, esto implica que tanto la información como los efectos que hay sobre la vacuna han sido sometidos meticulosamente a revisión, y que la FDA ha determinado que los beneficios superan los posibles riesgos conocidos para las personas a las que se destina dicha vacuna.
Con una autorización de uso de emergencia (o EUA por sus siglas en inglés), la FDA permite que una vacuna o medicamento se pueda usar durante un momento de urgencia cuando hay evidencia que indica que los beneficios potenciales superan los riesgos potenciales, tal como es el caso con las vacunas contra la pandemia COVID-19. Los medicamentos y las vacunas que han recibido una EUA continúan siendo examinados en estudios clínicos. Una EUA no es lo mismo que una aprobación completa emitida por la FDA, la cual implica un proceso de revisión más exhaustivo sobre la eficacia y seguridad del producto.
Incluso después de que un medicamento o vacuna ha recibido aprobación, la FDA continuará su monitoreo para efectos secundarios inesperados o para obtener más información que podría ser de utilidad.
La Sociedad Americana Contra El Cáncer respalda la recomendación emitida por la NCNN de que todas las personas deberán recibir la serie completa inicial de vacuna contra COVID-19 junto con la dosis de refuerzo según corresponda.
Incluso si usted ya ha tenido COVID-19, aún es importante que reciba las inmunizaciones que le correspondan. Mientras estando con contagio de COVID-19 podría brindar cierto grado de inmunidad, las personas aún podrían reinfectarse. Más importante aún, la inmunidad en una persona a COVID-19 se puede debilitar con el transcurso del tiempo, y esto podría resultar no tan útil ante las nuevas variantes (cepas) del virus que continúan surgiendo. Esta es la razón por la cual mantenerse al día con las vacunas y dosis de refuerzo más recientes sigue siendo muy importante.
Mientras que las vacunas contra COVID-19 son seguras para las personas con cáncer, éstas podrían no ofrecer el mismo nivel de protección que ofrecen en personas sin cáncer, especialmente en cuyos sistemas inmunitarios se encuentran debilitados. Algunos tratamientos contra el cáncer como la quimioterapia, la radioterapia, el trasplante de células madre o de médula ósea o la inmunoterapia pueden afectar al sistema inmunológico, con lo cual la vacuna se vuelve menos eficaz. Las personas con ciertos tipos de cáncer, como las leucemias o los linfomas, también pueden tener un sistema inmunológico debilitado, lo cual hará que la vacuna resulte menos eficaz.
Debido a esto, existen diversas recomendaciones para personas cuyo sistema inmunitario se encuentre debilitado. Para más información, consulte “Recomendaciones para vacunarse contra el COVID-19”.
Debido a que la situación para cada persona es distinta, lo mejor es hablar sobre los beneficios, posibles riesgos y programa de intervalos entre las dosis de vacunas contra COVID-19 con el médico familiarizado con su historial clínico.
Como se mencionó en la sección “¿Cuáles vacunas contra la enfermedad COVID-19 están disponibles?”, las vacunas de Pfizer-BioNTech y de Moderna son vacunas del tipo mARN, y la vacuna de Novavax es de subunidad proteínica.
Una diferencia importante entre estas vacunas es que las versiones actuales de las vacunas de mARN de Pfizer-BioNTech y Moderna se han actualizado como vacunas bivalentes. Están diseñadas para ayudar a estimular la respuesta inmunitaria del cuerpo contra el virus COVID-19 original y sus variantes ómicron más nuevas, que ahora representan la gran mayoría de las infecciones por COVID en los EE.UU. (la vacuna Novavax fue diseñada para estimular la respuesta inmunitaria solo contra el virus original).
Otra diferencia entre estas vacunas es el programa de intervalos entre las dosis de la serie (refiérase a la sección “Recomendaciones sobre intervalos entre las dosis de las vacunas contra COVID-19”).
Los CDC enfatizan que recibir cualquiera de las vacunas disponibles contra COVID-19 que seguir sin inmunizarse.
La NCCN sugiere que de ser posible, la gente con cáncer opte por las vacunas de tipo mARN (Pfizer-BioNTech o Moderna) para todas las dosis, incluyendo las dosis adicionales. Estas vacunas son las preferibles para personas con un sistema inmunitario debilitado.
A medida que se genere nueva información sobre las distintas vacunas contra COVID-19, podría ser que las guías para estas vacunas varíen. Por esta razón, es importante que consulte con su proveedor de atención medica sobre la inmunización.
Los CDC cuentan con diversas recomendaciones sobre el programa de intervalos recomendado dependiendo de si el sistema inmunológico de la persona se encuentra debilitado. Algunas personas con cáncer (o que han tenido cáncer) podrían tener un sistema inmunológico debilitado, mientras que otras no. Por esta razón, es importante hablar con su proveedor de atención médica sobre cuál programa de intervalos a continuación es el adecuado para usted.
Las recomendaciones de los CDC también se basan en la edad de una persona, así como en las vacunas COVID que ha recibido en el pasado (si corresponde).
Estas recomendaciones han evolucionado con el tiempo. Parte de la razón de esto es que es probable que la mayoría de las personas en los EE.UU. ahora tengan al menos cierta inmunidad contra el COVID-19, ya sea por recibir la vacuna o por haberse infectado con COVID-19 en el pasado (o ambos). También es porque las versiones bivalentes de las vacunas del tipo mARN de Pfizer-BioNTech y Moderna ahora han reemplazado a las vacunas originales (monovalentes; consulte "¿Deben las personas con cáncer recibir una vacuna en específico contra COVID-19?"). La recomendaciones actuales emitidas por los CDC están en su mayor parte conformadas por estas vacunas bivalentes del tipo mARN.
Los CDC recomiendan que la gente se vacune y se mantenga al día con sus dosis de refuerzo independientemente de que ya se haya contagiado con COVID-19 en el pasado (refiérase a “¿Deberán vacunarse contra COVID-19 las personas y sobrevivientes de cáncer?”).
Para la gente cuyo sistema inmunológico no se encuentra debilitado, los CDC recomiendan los siguientes intervalos entre las dosis de las vacunas, en función de la edad:
Para personas de 6 meses a 4 años
Para personas de 5 a 11 años
Para personas de 12 años o mayores
Para más información sobre las recomendaciones de los intervalos entre las dosis de las vacunas, refiérase al sitio de los CDC en https://espanol.cdc.gov/coronavirus/2019-ncov/vaccines/stay-up-to-date.html
Las vacunas contra COVID-19 podrían no ser igual de eficaces en personas cuyo sistema inmunológico se encuentre debilitado. Entre estas personas, se puede incluir por ejemplo a:
Las vacunas aún se recomiendan para aquellas personas con un sistema inmunitario debilitado, pues estas personas tienen un mayor riesgo de desarrollar un cuadro grave de enfermedad con COVID-19, y porque las vacunas aún son propensas a ofrecer algo de protección.
Para la gente cuyo sistema inmunológico se encuentra debilitado a un nivel desde moderado a grave, los CDC recomiendan lo siguiente en función de la edad:
Para personas de 6 meses a 4 años
Para personas de 5 a 11 años
Para personas de 12 años o mayores
Para más información sobre las recomendaciones de los intervalos entre las dosis de las vacunas, refiérase al sitio de los CDC en https://espanol.cdc.gov/coronavirus/2019-ncov/vaccines/stay-up-to-date.html
Las vacunas contra COVID-19 se recomiendan para las personas con cáncer. Pero en el caso de estar recibiendo tratamiento contra el cáncer, podría ser que haya momentos en los que resulte mejor postponer recibir una dosis de la vacuna durante algún tiempo, tal como en los casos en los que el sistema inmunológico se encuentre gravemente debilitado. Algunos tratamientos contra el cáncer podrían incluso suprimir por completo la función inmunitaria del cuerpo durante cierto tiempo, lo cual podría resultar en la necesidad de revacunación posteriormente.
Es importante hablar con su médico sobre su estado de salud y determinar si podría afectar el momento ideal para que usted reciba las inmunizaciones (incluyendo las dosis de refuerzo), así como otras medidas que deberán tomarse que ayuden a reducir el riesgo de contagio con COVID-19.
Entre los efectos secundarios comunes que han sido reportados tras recibir las vacunas se incluye:
Los efectos secundarios podrían ser un poco más intensos para segunda inyección (o inyecciones posteriores) en comparación con los que podrían haber sentido con la primera.
Estos efectos secundarios por lo general desaparecen dentro de algunos días.
Algunas personas han indicado inflamación o hipersensibilidad en los ganglios linfáticos axilares (debajo del brazo) en el que recibieron la inyección. Esto a menudo es una reacción normal del sistema inmunológico indicando que se encuentra en preparación para combatir una futura infección de COVID-19.
Un ganglio linfático inflamado bajo el brazo podría ser motivo de inquietud, pues esto también suele ser una señal de cáncer de seno, entre otros tipos de cáncer. El tiempo que se requiere para que un ganglio linfático se recupere de la inflamación tras la vacunación puede que sea de varios días a unas cuantas semanas. Si usted nota inflamación o hipersensibilidad en los ganglios linfáticos axilares que no desaparece tras alguna semanas (o si sigue empeorando la inflamación), acuda a su médico para que se determinar cómo proceder.
Mamogramas de detección: Refiérase a la sección “¿Podría la vacuna causar problemas si voy a hacerme un mamograma?” para más información sobre las vacunas contra el virus de COVID-19 y las mamografías.
Para aquellas personas con cáncer de seno o con un historial con esta enfermedad: refiérase a la sección “¿Qué sucede en el caso de tener cáncer de seno o tener una historial con la enfermedad?” para más información sobre cuál brazo será el indicado para aplicar la inyección de la vacuna.
Para aquellas personas que tienen o tuvieron cáncer: Muchos tipos de cáncer pueden propagarse hacia los ganglios linfáticos (y algunos tipos incluso pueden originarse en ellos). Esto puede causar un agrandamiento de los ganglios. Debido a que las vacunas contra COVID-19 pueden también ocasionar un agrandamiento de los ganglios, es importante que hable con su equipo de atención médica en el caso de tener programado algún estudio de imágenes (como resonancias o tomografías) durante las semanas posteriores de haber recibido la vacuna contra el virus de esta enfermedad. En algunos casos, los médicos podrían indicarle que postergue la realización de sus estudio en caso de que sea posible y así permitir que la inflamación de los ganglios linfáticos no sea confundida con cáncer. En el caso en que sí se realice algún estudio de imágenes al poco tiempo de haberse vacunado, es importante que se asegure de informar a su equipo de atención médica sobre su vacunación para que esto se tomado en consideración al tiempo en que las imágenes sean analizadas.
Hasta el momento muy pocos pero posibles casos de preocupaciones graves se han reportado debido a las vacunas.
En raras ocasiones las personas manifestaron alguna reacción alérgica tras haber recibido alguna de las vacunas. Esto parece ser más propenso entre las personas que han sido alérgicas a otras vacunas en el pasado.
Un reducido grupo de personas que recibieron cualquiera de estas vacunas han desarrollado miocarditis (inflamación del músculo del corazón) o pericarditis (inflamación del recubrimiento exterior del corazón).
Los síntomas de estas afecciones pueden incluir dolor en el pecho, dificultad para respirar o la sensación de tener el corazón acelerado, palpitante o palpitante. En la mayoría de los casos, los síntomas comienzan una semana después de recibir la vacuna y tienden a ser más comunes en adolescentes y adultos jóvenes.
Si recibió una de estas vacunas y comienza a tener alguno de estos síntomas, la FDA y los CDC recomiendan obtener atención médica de inmediato.
Para más información sobre los efectos secundarios., refiérase al sitio web de la FDA en https://www.fda.gov/about-fda/fda-en-espanol/informacion-sobre-las-vacunas-para-el-covid-19
Todas estas vacunas de COVID-19 son recientes, por lo que aún se encuentran bajo estudio para posibles efectos secundarios en el largo plazo, y es posible que las recomendaciones sobre su aplicación podrían cambiar. Si tiene inquietudes sobre recibir alguna de estas vacunas de COVID-19, es importante que consulte a su médico al respecto.
No se cuenta con información que sugiera que las vacunas contra COVID-19 sean causantes de cáncer. Tampoco se tiene información que sugiera que estas vacunas puedan fomentar su desarrollo o recurrencia.
Las vacunas contra COVID-19 aún se encuentra bajo estudio al carecer de la información pertinente. Por ejemplo, los investigadores están todavía tratando de determinar por cuánto tiempo dura la protección contra la enfermedad COVID-19 que las vacunas ofrecen. Y mientras que las vacunas claramente reducen el riesgo de un caso muy grave de COVID-19, aún no se determina cuán eficaces son en ayudar a prevenir el contagio hacia otras personas.
Para las personas con cáncer ya vacunadas, la NCCN aún recomienda que usen mascarilla, practiquen las medidas de distanciamiento social, laven sus manos y eviten las aglomeraciones, entre otras medidas. Las personas cercanas y a cargo del cuidado de alguien con cáncer también continuar practicando estas medidas (refiérase a “¿Deben vacunarse las personas cuidadoras de personas con cáncer y contactos cercanos?”).
Los CDC recomiendan una serie similar de medidas precautorias para personas con un sistema inmunitario debilitado (lo cual incluye a muchas de las personas con cáncer), incluso habiendo completado con todas la dosis de la serie de vacunas.
Algunas personas que reciben las vacunas contra COVID-19 presentan inflamación en los ganglios linfáticos axilares correspondientes al brazo en el cual fueron aplicadas las vacunas (refiérase a la sección “¿Cuáles son los efectos secundarios que de las vacunas?”). Debido a que un ganglio linfático inflamado bajo el brazo puede ser señal de cáncer de seno propagado, la mayoría de los médicos recomiendan que las personas con cáncer de seno o con un historial de la enfermedad reciban las inyecciones en el brazo del lado opuesto al lado del seno con cáncer. Por ejemplo, si el cáncer de seno fue detectado en el seno del lado izquierdo, es probable que lo más recomendable sea recibir las inyecciones en el brazo del lado derecho. Si ha sido sometido(a) a cirugía por cáncer de ambos senos, lo mejor es consultar con el médico sobre el punto de inyección más apropiado en el cuerpo.
La inflamación de los ganglios linfáticos tras una inyección para la vacuna podría también afectar los resultados de un mamograma / mastografía (refiérase a la próxima sección).
Recibir una vacuna contra COVID-19 podría resultar en la inflamación de los ganglios linfáticos axilares del brazo del lado en donde se aplicó la inyección (refiérase a la sección “¿Cuáles son los efectos secundarios que de las vacunas?”)
Los ganglios linfáticos inflamados podrían ser capturados en un estudio mamográfico (mastografía) que suele hacerse como una prueba para detectar cáncer en el seno, lo cual puede ser fuente de preocupación que podría resultar en la realización de pruebas adicionales.
Si usted tiene programada una mastografía al poco tiempo tras haber recibido una vacuna contra COVID-19, es importante que hable con su médico sobre la fecha y el sitio en el que se aplicó la inyección. De acuerdo a su situación, se podrá determinar si es necesario que cambie la fecha de su cita para el mamograma. No postergue un mamograma sin haberlo consultado primero con su médico.
Los trasplantes de médula ósea y la terapia de células T con CAR son tipos de tratamientos contra el cáncer que pueden tener un gran impacto sobre el sistema inmunológico del cuerpo. Esto puede que aumente el riesgo de infecciones graves (incluyendo la infección de COVID-19).
Si usted ya ha recibido alguno de estos tratamientos contra el cáncer anteriormente, la NCCN recomienda inmunizarse con las vacunas contra COVID-19, incluyendo dosis de refuerzo. La NCCN también recomienda esperar al menos tres meses tras los tratamientos contra el cáncer antes de recibir las vacunas, para así dar al sistema inmunológico del cuerpo la oportunidad de recuperarse.
Si usted ya se ha inmunizado contra el COVID-19 y actualmente está recibiendo (o está por recibir) alguno de estos tratamientos contra el cáncer, la NCCN recomienda la revacunación , incluyendo dosis de refuerzo. al menos tres meses después de haber concluido el tratamiento contra el cáncer. Esto es debido a que el sistema inmunitario requiere volver a aprender a cómo defenderse contra el virus causante de COVID-19.
Si usted está recibiendo o ya recibió alguno de estos tratamientos contra el cáncer, es importante que consulte con su médico sobre el estatus de su sistema inmunitario y si deberá acudir para recibir la vacuna, así como otras medidas que deberá tomar para ayudar a reducir su riesgo de infección.
Sí. De hecho, recibir la vacuna puede ayudar a reducir el riesgo de COVID-19 que una personas a cargo de los cuidados de alguien podría tener.
Algunas vacunas contra otras enfermedades contienen versiones modificadas de sus virus vivientes causantes. Las vacunas de tipo que contiene virus vivientes por lo general no se recomiendan para las personas a cargo del cuidado de alguien con cáncer, pues esto podría propiciar un efecto adverso sobre los pacientes. Sin embargo, disponibles contra la enfermedad COVID-19 en el país no son de ese tipo, por lo que las vacunas disponibles no suponen un riesgo de transmisión del virus de COVID-19 a los pacientes.
Para cuidadores o contactos cercanos que ya se han vacunado, la NCCN aún recomienda que usen mascarilla, practiquen las medidas de distanciamiento social, laven sus manos y eviten las aglomeraciones, entre otras medidas.
Podría ser que las personas vacunadas no se sientan bien durante los primeros días tras recibir la vacuna, por lo que pudiese tener sentido contar con alguien adicional que pueda ayudar con los cuidados de la persona con cáncer durante estos días.
Los CDC y la FDA (disponible en inglés) cuentan con más información sobre las vacunas contra la enfermedad COVID-19, incluyendo los diferentes tipos de vacunas disponibles, así como los posibles riesgos y beneficios de cada una.
Para encontrar las vacunas contra COVID-19 y las dosis de refuerzo en su región, refiérase al sitio https://www.vacunas.gov/
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Actualización más reciente: mayo 12, 2023
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