El cáncer y sus tratamientos a menudo ocasionan cambios en los hábitos alimentarios de su hijo y sus deseos de comer. No comer puede resultar en pérdida de peso que a su vez puede causar debilidad y fatiga. Ayudar a su hijo a comer tan bien como pueda es una parte importante en el apoyo que se le debe brindar durante el tratamiento. Si su hijo tiene problemas para comer o presenta falta de apetito, hable con su equipo de atención médica. Entre los efectos secundarios relacionados con el tratamiento que también pueden resultar en una pérdida del apetito se incluye dolor, náuseas y estreñimiento. Tener bajo control estos problemas puede que sea útil para comer mejor. Consulte con el equipo de atención médica si observa lo siguiente:
Si su hijo no tiene apetito durante las horas de comida, disponga de bocadillos nutritivos a su alcance para que los coma cuando sienta las ganas de hacerlo. Trate con huevos cocidos duros, mantequilla de maní (crema de cacahuate), queso, helado, barras de granola, bebidas nutricionales, budines, nueces, atún o pollo en lata, o mezcla de nueces y semillas También pruebe las siguientes sugerencias:
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Actualización más reciente: julio 7, 2014
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