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Cáncer de seno

Recomendaciones de la American Cancer Society para la detección temprana del cáncer de seno

Las medidas más importantes que se pueden tomar contra el riesgo de morir por cáncer de seno consisten en la detección temprana y recibir el tratamiento más avanzado para combatir la enfermedad. El cáncer de seno que se detecta temprano, cuando es pequeño y no se ha extendido, es más fácil de tratar con buenos resultados. Las pruebas de detección habituales representan la manera más confiable para encontrar temprano el cáncer de seno. La Sociedad Americana Contra El Cáncer ha redactado guías de detección para mujeres con riesgo promedio de cáncer de seno, y para aquellas en alto riesgo de padecer este cáncer.

¿Qué son las pruebas de detección?

Las pruebas médicas de detección tienen el propósito de encontrar una enfermedad en las personas que no presentan síntomas. El objetivo de los exámenes para detectar el cáncer de seno consiste en encontrarlo antes de que empiece a causar síntomas (como una protuberancia en el seno que se pueda palpar). La detección temprana significa encontrar y diagnosticar una enfermedad en lugar de haber esperado hasta que los síntomas comiences a manifestarse.

Los casos de cáncer de seno que son detectados mediante estas pruebas suelen ser más pequeños y menos propensos a haberse propagado más allá de la región del seno. El tamaño y la extensión del cáncer de seno son algunos de los factores más importantes para establecer el pronóstico (expectativa) de una mujer que padezca esta enfermedad.

Recomendaciones de la American Cancer Society para la detección del cáncer de seno en mujeres con riesgo promedio

Estas guías están dirigidas a mujeres con un riesgo promedio de cáncer de seno. Para propósitos de detección, se considera que una mujer tiene un riesgo promedio si no presenta antecedentes personales de cáncer de seno, un antecedente familiar de cáncer de seno significativo, o una mutación genética conocida que aumente el riesgo de este cáncer (como en un gen BRCA), y no recibió radioterapia dirigida al tórax antes de los 30 años de edad (refiérase más adelante a la información para las mujeres en alto riesgo).

  • Las mujeres de 40 a 44 años de edad tienen la opción de iniciar la detección con un mamograma (mamografía) cada año.
  • Las mujeres de 45 a 54 años deben someterse a un mamograma cada año.
  • Las mujeres de 55 años y mayores pueden cambiar a un mamograma cada 2 años, o pueden optar por continuar con sus mamogramas anualmente. Los exámenes de detección deben continuar siempre y cuando la mujer se encuentre en buen estado de salud y se espera que viva al menos 10 años más.
  • Todas las mujeres deben entender qué esperar cuando se hace un mamograma para la detección del cáncer de seno (lo que puede y no puede hacer el estudio).

Los exámenes clínicos de los senos no se recomiendan para la detección del cáncer de seno en las mujeres de riesgo promedio a cualquier edad.

Mamogramas

Los mamogramas son radiografías de dosis bajas de los senos. Los mamogramas de rutina pueden a ayudar a encontrar el cáncer de seno en una etapa temprana, cuando es más probable que el tratamiento sea eficaz. A menudo, un mamograma puede encontrar, años antes de que se presenten síntomas físicos, cambios en los senos que pudieran ser cáncer. Los resultados de muchas décadas de investigación muestran claramente que las mujeres que se hacen sus mamogramas programados de rutina tienen más probabilidades de encontrar algún tumor canceroso en los senos en etapa temprana con menos probabilidades de necesitar tratamientos agresivos, como la mastectomía (cirugía para extirpar el seno completo) o la quimioterapia, y asimismo tienen más probabilidades de curarse.

Los mamogramas no son infalibles, ya que pueden pasar por alto algunos casos de cáncer en los senos. Y si algo se detecta durante el mamograma de detección, es probable que la personas requiere realizarse más pruebas médicas (como mamografías adicionales o una ecografía del seno) para determinar si hay presencia de cáncer. También hay una pequeña posibilidad de ser diagnosticada con un cáncer que nunca habría causado algún problema si no hubiese sido encontrado durante el examen de detección (esto se denomina sobrediagnóstico). Es importante que las mujeres que se hacen mamogramas sepan qué esperar y comprendan los beneficios y las limitaciones de los exámenes de detección.

Mamografía 2D vs. 3D

En los últimos años, un tipo más reciente de mamografía llamada tomosíntesis digital de seno (comúnmente conocida como mamografía tridimensional [3D])se ha vuelto mucho más común, aunque no está disponible en todos los centros de diagnóstico por imágenes.

Muchos estudios han descubierto que la mamografía 3D parece reducir la probabilidad de que se requiera regresar para hacer más pruebas de detección de seguimiento. También parece encontrar más cánceres de seno, y varios estudios han demostrado que puede ser útil en mujeres con senos más densos. Actualmente, se está llevando a cabo un estudio importante para comparar mejor los resultados entre los mamogramas 3D y los mamogramas convencionales (2D).

Cabe señalar que las mamografías 3D a menudo cuestan más que las mamografías 2D, y este costo adicional puede no estar cubierto por el seguro médico.

Las guías de detección para el cáncer de seno de la American Cancer Society coinciden con la noción de que hacerse un mamograma, ya sea 2D o 3D, cumple con las recomendaciones actuales sobre las pruebas de detección. La Sociedad Americana Contra El Cáncer también sostiene que las mujeres deben elegir entre la mamografía 2D y 3D si ellas o sus médicos creen que una de estas sería más adecuada, y que los gastos de desembolsos no deben ser una barrera para someterse a cualquiera de los dos estudios por imágenes.

Examen clínico de los senos y autoexamen de los senos

La investigación no ha mostrado un beneficio claro de los exámenes físicos de los senos realizados de forma habitual por un profesional de la salud (examen clínico de los senos) o por las mismas mujeres (autoexámenes de los senos). Hay muy poca evidencia que indique que estos exámenes ayudan a encontrar tempranamente el cáncer de seno cuando las mujeres también se hacen mamogramas de detección. Con más frecuencia, cuando el cáncer de seno se detecta debido a los síntomas (como una masa o protuberancia en el seno), es porque la mujer descubre el síntoma durante actividades normales como al bañarse o vestirse. Las mujeres deben familiarizarse con la manera natural en que lucen y se sienten sus senos e informar inmediatamente a sus médicos cualquier cambio que noten en sus senos.

Aunque la American Cancer Society no hace recomendaciones específicas sobre la realización rutinaria de exámenes clínicos ni autoexámenes de los senos como parte de algún programa de pruebas rutinarias para la detección del cáncer de seno, esto no significa que este tipo de exámenes deban omitirse. En algunas situaciones, particularmente por ejemplo en mujeres con un mayor riesgo al promedio, los proveedores de atención médica aún pueden ofrecer exámenes clínicos de los senos, junto con orientación sobre el riesgo y la detección temprana. Además, algunas mujeres podrían estar más cómodas con los autoexámenes regulares como una manera de hacer un seguimiento de cómo lucen y se sienten sus senos. Pero es importante entender que es escasa la evidencia que indique que hacer estos exámenes rutinariamente es útil para las mujeres en riesgo promedio de cáncer de seno.

Recomendaciones de la American Cancer Society para la detección del cáncer de seno en mujeres con alto riesgo

Las mujeres que están en alto riesgo de cáncer de seno por presentar ciertos factores deben someterse a una imagen de resonancia magnética (MRI) de los senos y a un mamograma cada año, por lo general a partir de los 30 años. Esto incluye a mujeres que:

  • Tienen un riesgo de padecer cáncer de seno durante su vida de aproximadamente 20% a 25% o mayor, de acuerdo con los recursos de evaluación del riesgo que se basan principalmente en el antecedente familiar (lea la información que aparece más adelante).
  • Se sabe que presentan una mutación del gen BRCA1 o del gen BRCA2 (en función de pruebas genéticas)
  • Tienen un pariente de primer grado (madre, padre, hermano, hermana o hija) con una mutación del gen BRCA1 o BRCA2, y no se han sometido ellas mismas a una prueba genética
  • Han sido sometidas a radioterapia en el área del tórax (pecho) cuando tenían una edad de entre 10 y 30 años
  • Tienen el síndrome de Li-Fraumeni, de Cowden o de Bannayan-Riley-Ruvalcaba, o tienen parientes de primer grado con uno de estos síndromes

La American Cancer Society no recomienda realizar una MRI como prueba de detección en mujeres cuyo riesgo de cáncer de seno durante la vida sea menor al 15%.

No hay suficiente evidencia que justifique una recomendación a favor o en contra de la MRI de detección anual para las mujeres que tienen un mayor riesgo de por vida, en función de determinados factores, como:

Si se utiliza una imagen por resonancia magnética (MRI), debe hacerse en conjunto con, y no en sustitución de, un mamograma de detección. Ello se debe a que, si bien es más probable que una MRI detecte el cáncer que un mamograma, aún podría no detectar algunos cánceres que el mamograma sí detectaría.

La mayoría de las mujeres en alto riesgo debe comenzar la detección con MRI y mamogramas a partir de los 30 años y continuar siempre y cuando estén en buen estado de salud. Pero esta es una decisión que se debe tomar con los proveedores de atención médica de cada persona, teniendo en cuenta sus circunstancias y preferencias personales.

Recursos utilizados para evaluar el riesgo de cáncer de seno

Se cuentan con varios recursos para la evaluación del riesgo con el fin de ayudar a los profesionales de la salud a estimar en una mujer el riesgo de padecer cáncer de seno. Estos recursos brindan aproximaciones sobre el riesgo de cáncer de seno según diferentes combinaciones de factores de riesgo y de conjuntos de datos.

Debido cada una de estas herramientas usan factores distintos para calcular el riesgo, puede que los cálculos de riesgo proporcionados por cada una sean diferentes en una misma mujer. Los cálculos sobre el riesgo de una mujer también pueden cambiar con el tiempo.

Los recursos para la evaluación del riesgo que incluyen antecedentes familiares en parientes de primer grado (padres, hermanos, hermanas e hijos) y parientes de segundo grado (como tías y primos) en ambos lados de la familia, deben utilizarse con las guías de la American Cancer Society para decidir si una mujer debe hacerse una MRI de detección. El uso de cualquier recurso para la evaluación del riesgo y sus resultados debe ser discutido por la mujer y su médico.

 

Equipo de redactores y equipo de editores médicos de la American Cancer Society

Nuestro equipo está compuesto de médicos y enfermeras con postgrados y amplios conocimientos sobre el cáncer, al igual que de periodistas, editores y traductores con amplia experiencia en contenidos médicos.

 

Oeffinger KC, Fontham ET, Etzioni R, et al. Breast cancer screening for women at average risk: 2015 guideline update From the American Cancer Society. JAMA. 2015;314(15):1599-1614.

Saslow D, Boetes C, Burke W, et al. American Cancer Society guidelines for breast screening with MRI as an adjunct to mammography. CA Cancer J Clin. 2007 Mar-Apr;57(2):75-89.

Actualización más reciente: enero 14, 2022

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